El presidente Donald Trump cumplió ayer una jornada exitosa porque el Senado de Estados Unidos aprobó, aunque muy precariamente, su ley de reforma fiscal “grande y hermosa” y porque inauguró un nuevo centro de detención para inmigrantes en los Everglades de la Florida, rodeada de cocodrilos y serpientes.
Aún el controvertido estatuto de fiscalidad requiere retornar a la Cámara de Representantes para una nueva revisión porque sufrió modificación en la cámara alta, lo que hace difícil que Trump pueda promulgarlo el 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense, como es su deseo.
Esa ley otorgaría cientos de miles de millones de dólares a la Casa Blanca para ampliar su programa de deportaciones masivas de indocumentados, por lo que el ejecutivo recibió la noticia de su aprobación en el Senado, con el sufragio decisivo del vicepresidente J. D. Vance, mientras encabezaba la inauguración de la “cárcel de cocodrilos” (Alligator Alcatraz).
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En la víspera, Trump obtuvo otro triunfo jurídico cuando la Corte Suprema prohibió a jueces locales vedar medidas aplicadas por la Casa Blanca contra indocumentados y además dejó vía despejada para vedar la nacionalidad a hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos.
Los opositores a la “One Big Beatutiful Bill” (“una ley grande y hermosa”), alegan que ese proyecto promueve recortes por más de 900 mil millones de dólares en el sistema público de seguridad social (Medicaid), lo que excluiría del seguro médico a millones de personas y recorta programas de asistencia alimentaria.
También afirman que agregaría al déficit fiscal de Estados Unidos, unos 3.3 billones de dólares en un período de diez años para elevarlo a más de US$40.3 billones, aunque Trump proclama que ayudará a desmontar impuestos y a conjurar fraudes.
Por múltiples razones, República Dominicana observa muy de cerca y con justificada preocupación esos acontecimientos políticos y económicos que se suceden en Washington porque, para bien o para mal, impactan de manera significativa en esta nación insular.
Al inspeccionar la nueva cárcel rodeada de anfibios y serpientes, que alojará a más de cinco mil inmigrantes en el estado de la Florida, el presidente Trump, a modo de broma, recomendó a los reclusos que “para huir de un caimán” se requiere correr en forma de zigzag, pero advirtió que aun así sus posibilidades de éxito sólo aumentarían en un 1 %, lo que quiere decir que un cocodrilo es capaz de devorar al “sueño americano”.