La droga fluye

Salvo algún cargamento decomisado en alta mar por el servicio de guardacostas o patrulleros de Estados Unidos, el narcotráfico se las arregla para burlar las barreras marítimas y navales con la introducción de cuantiosos alijos a República Dominicana.

La incautación de grandes cantidades en puertos, playas y en las calles no intimida a los capos de las drogas sobre la utilización del territorio dominicano en sus criminales operaciones. Ha cobrado fuerza la sospecha de que el narco sacrifica cargamentos para distraer a las autoridades o con cualquier otro propósito, porque no se entiende que pese a las frecuentes confiscaciones continúen fluyendo, como si tal cosa, alijos al territorio.

El último caso ha sido el cargamento de 162.63 kilos de cocaína incautado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en playa “Los Muertos”, entre Baní y San Cristóbal, por el cual se persigue a seis personas. La droga, según las autoridades, llegó al país a bordo de una lancha rápida procedente de Colombia.

En la lucha contra el narcotráfico las autoridades tienen que reflexionar sobre la contradicción que plantea el uso del territorio a pesar de los frecuentes decomisos de grandes cargamentos.