Margarita Cordero
A Margarita Cordero le debo mucho más que un saludo de acompañamiento por la lamentable partida de su madre. No es una amiga más ni una periodista que existe en nuestro medio. Margarita es un ejemplo de militancia, de firmeza, de rigor profesional y, más recientemente, de empresaria periodística con ese nuevo sentido que vincula el compromiso con la verdad, sin temor a asumir posturas conflictivas, desde la dirección de su empoderado medio digital 7dìas.com.do-
Entre las periodistas dominicanas, distingo con una óptica especial por el ejemplo de firmeza, claridad, y su prisma singular en la perspectiva de género a Margarita Cordero.
Con ella me ha tocado trabajar desde los tiempos de la etapa final de la Revista ¡Ahora!, cuando en un momento determinado decidió renunciar para integrarse al que sería el más influyente proyecto de estudios e incidencia de la acción femenina, el CIPAF.
Por una serie de circunstancias no estuve presente en las exequias de su madre, pero estuve de alguna forma con ella. Cargada emotivamente en mis pensamientos. Se lo que es la experiencia por la que ha cursado. Perder la madre, aun como producto de un proceso natural, es algo para lo que no se está preparado o preparada jamás.
Recuerdo como ahora, con el entusiasmo con que me habló al descubrir las facilidades de edición de texto que proporcionaban las primeras computadoras, aun sin el ágil sistema actual, y su vocación por reflexionar sobre la vocación de trascendencia de las mujeres.
Sin levantar nunca la voz, sin temores, con una abrumadora claridad de su rol, Margarita es uno de los seres de este medio que más aprecio.
Mis sentimientos con ella.

