Desagravio a Rhina Espaillat.-
La figura de doña Rhina Espaillat, la más importante traductora de literatura dominicana y latinoamericana al inglés, fina poeta y excelente cuentista, debería ser reverenciada cada vez, sobre todo ahora que se encuentra visitando República Dominicana.
Me parece inadmisible que un “crítico” dominicano en Nueva York, la haya agredido, tratando de desmeritar su labor y por ello la desagravio.
Este mundillo literario tiene cada espécimen, incluyendo algunos que para llamar la atención, a falta de una obra literaria que valga por sí misma, son capaces de arremeter contra los valores más consagrados que han impulsado nuestras letras. Una pena que me embarga.
Estuvimos compartiendo con ella sus experiencias como traductora y escuchando de su voz, algunos de sus poemas y cuentos, dando como resultado una noche exquisita en el Centro Cultural Banreservas, al que acudieron tres Premios Nacionales de Literatura (Mateo Morrison, Ángela Hernández y Manuel Salvador Gautier), escritores y editores (Miguel Collado e Isabel Pérez), educadoras y escritores, para quedar todos fascinados con la fuerza y la sencillez de la palabra a esta maestra.
Presentada por el poeta Juan Freddy Armando, lo que se vivió la noche del pasado miércoles en el único centro cultural que mantiene un Banco en Centroamérica y el Caribe, fue una recompensa de la vida misma.
Rhina P. Espaillat, quien llego de 7 anos a los Estados Unidos huyendo junto a su familia de la represión trujillista, tuvo muy clara su misión para lo cual estudió educación, haciendo una maestría en Pedagogía en Queens College y una licenciatura en Artes en el Hunter College.
Premiada literariamente en Estados Unidos, la suya es una carrera de ensueños y conquistas.
En el conversatorio explicó por qué se dedicó a traducir y sus razones no pueden tener más fuerza: para unir dos mundos, dos culturas, dos visiones de la vida y dos formas de creatividad que al final del camino se unen en una misma voluta de creatividad y trascendencia.
Esta creadora literaria, con una trayectoria de servicio que debería tener mucho mayor reconocimiento social del que tiene, nos hizo ver el valor de la literatura como puente cultural para el conocimiento y el disfrute de la creación de las letras de los pueblos del mundo, no importa lo que cada uno de los presidentes de esos pueblos piense sobre las dignidades nacionales.
A la profesora, escritora y traductora dominicana Rhina Espaillat, nuestra más alta hoja de laureles.
Una pena que alguien se atreviera a desfigurar su obra. Una pena.