Keren… solo Keren
Dominicana’s Got Talent no es un programa más de la televisión de tiempo preferente.
Creo que no ha sido valorado en su medida adecuada.
Ha sido poco entendido que no es un concurso de aspirantes a artistas, ni se le ha reconocido en su objetivo principal: permitir y consagrar el inicio profesional del nuevo talento artístico, es una entrega criolla con estándares internacionales, con un papel que, insisto, necesita del reconocimiento de su rol como escaparate para mostrar lo que es posible alcanzar a partir de los dones artísticos indescubiertos en el país.
Tras su exitosa primera temporada, a pesar de que la decisión del público de su primer lugar fue claramente errónea al dejar fuera a talentos mucho más consistentes, mucha gente se preguntaba si se encontraría talentos con los estándares como para mantener y aumentar el nivel de las presentaciones.
Para suerte de todos, ha sido posible renovar nuestra capacidad de sorprendernos y sentir el orgullo que iguala el talento artístico de cada nación, a un mismo índice: la potencia para emocionarnos, de develar lo bueno y nuevo que desconocemos.
Hay que aplaudir, la sensibilidad y perfección técnica con que se produjo su apertura, una de las más bellas acciones de homenaje a las primeras líneas que enfrentan la pandemia. La terminación de ese “oppening”, la selección de sus figurantes y talentos, la música, la edición y la fotografía, es un ejemplo de televisión expresiva al más alto nivel. A pesar de que nadie se ha referido al mismo.
Esa entrada fue la mejor yuxtaposición de arte, sensibilidad y técnica impecablemente manejada. Se nota que al frente del proyecto está al mando gente que hace cine.
Acabo de disfrutar, con una emoción que llevó a las lágrimas, en el inicio de la segunda temporada de Dominicana’s Got Talent, de la ratificación del futuro profesional de una juvenil cantante cristiana, Keren Mical Montero, que inició su carrera aficionada en el premio Pequeños Grandes Talentos, creado por Iván Ruiz para El Show del Mediodía.
Esta joven participó en la primera entrega del espacio franquicia nacional de esa plataforma internacional que ha servido de tanto para evidenciar el talento.
Keren Mical es toda una artista con una capacidad de removernos interiormente con ese don tan singular.
La joven, que tuvo su primera presentación a los 11 años, ahora tiene 14, destacó desde sus primeras notas y dejó impactados a los jurados (Naslha Bogaert, Raymond Pozo, Pamela Sued y al coordinador Waddy Jáquez).
No hay forma de agradecer la emoción que Keren Mical nos ha producido.