Este nuevo año 2016 lo iniciamos leyendo el interesante best seller: Pequeño libro de instrucciones de la Vida, inspirado en Jackson Brown, que es un padre preocupado por la felicidad de su hijo cuando éste se fue a estudiar lejos a la universidad, y del cual sacamos y confirmamos el contenido de este legado que comparto a las nuevas generaciones. Hijo: Cásate con la persona correcta, de esta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria. Observa el amanecer por lo menos una vez al año. Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
Elige a un socio que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa. Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra. Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. Evita a las personas negativas ya que siempre tienen un problema para cada solución. Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe. Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche. Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir. Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado. Haz lo que creas que sea sin importar lo que otros piensen.
Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad, llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo. Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas. No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno. Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave. Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también el gran riesgo.
No confundas confort con felicidad, ni riqueza con éxito. No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices. Aunque puedas, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios. Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes. El silencio es a veces la mejor respuesta y no deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene. Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él. Escucha el doble de lo que hablas.