Tras la eliminación del toque de queda que entra en vigencia a partir de mañana en el Distrito Nacional y en la provincia La Altagracia, el Gobierno está muy consciente de que en la cruzada contra la covid-19 no se puede detener ni para coger impulso.
Un retroceso, como ha ocurrido en Estados Unidos y otros países, sería un golpe mortal para la economía, muy especialmente para la industria turística, que está en franco proceso de recuperación.
Satisface que el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera, está decidido a reforzar el proceso de vacunación hasta en horas de la noche. Pero Rivera también ha advertido que no todo será vacunación, sino que se redoblará la vigencia para hacer cumplir el protocolo sanitario. La experiencia de muchos países que se centraron en la vacunación y flexibilizaron el uso de la mascarilla es un buen ejemplo para no bajar la guardia.
El país dispone de vacunas. Y en la aplicación de una tercera dosis ha sido de los primeros en el planeta en dar el paso. Tienen las autoridades que cuidar de que la flexibilización del toque de queda se interprete como una liberación de las restricciones y de normalización de las actividades.