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Crisis mundial agudiza desventajas y amenazas para niñas y mujeres

Crisis mundial agudiza desventajas y amenazas para niñas y mujeres

Fue el 19 de diciembre del año 2011, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 66/170 para declarar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña, que se celebra desde el 2012.

Con esta conmemoración se quiere crear conciencia sobre la situación de las niñas a nivel mundial, así como reconocer sus derechos y los desafíos únicos a los que se enfrentan, especialmente en los países en desarrollo, así como promover su empoderamiento y el cumplimiento de sus derechos humanos.

El lema de este año 2022 es “Ha llegado nuestro momento: nuestros derechos, nuestro futuro”, como una forma de alzar la voz, empoderar a las jóvenes y reivindicar más inversión por parte de las instituciones en todas las cuestiones que afecten a las niñas.

Desventajas y amenzas

Diez años después del primer Día Internacional de la Niña, se valoran a los agentes de cambio y a las niñas que defienden su educación y sus derechos.

Sin embargo, las mujeres y las niñas siguen sufriendo desventajas en muchas esferas, como la salud, la educación, la participación política y las oportunidades económicas, enfrentándose día a día a graves amenazas para su bienestar y sus derechos.

Dificultades que han empeorado con las crisis generadas por el cambio climático, la COVID-19 y los conflictos humanitarios.

Según datos de la Unicef, alrededor de 3 millones de niñas están en riesgo de sufrir mutilación femenina cada año, 1 de cada 5 han contraído matrimonio antes de los 18 años, cerca de 13 millones de chicas de entre 15 y 19 años han sido forzadas a tener relaciones sexuales.

En el plano educativo, también existen muchas desigualdades entre niños y niñas. Solo 2 de cada 5 mujeres completan la educación secundaria.

“Asimismo, los efectos de la pandemia de la COVID-19 agravaron estos datos ya que probablemente 11 millones de niñas no vuelvan a la escuela”, destaca la organización.

Además de que, en muchos países en vías de desarrollo, una vez llegada a la edad adolescente, las niñas no pueden ir a la escuela porque deben dedicarse a las labores domésticas.

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La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destaca que, “si se les apoya (a las niñas) con eficacia durante los años de adolescencia, tendrán el potencial para cambiar el mundo, tanto como las niñas que son hoy, como las trabajadoras, madres, empresarias, tutoras, jefas de familia y líderes políticos que serán mañana”.

El Nacional

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