La catástrofe en la que han muerto 231 personas en la discoteca Jet Set ha generado una corriente, defendida por el Gobierno, a favor de una cultura de prevención y seguridad ciudadana.

Entre las muchas opiniones sobre la necesidad de prevenir percances se destaca la del arzobispo metropolitano de Santiago, Héctor Rafael Rodríguez, quien acotó que ningún espacio de concentración de personas puede operar si se pone en riesgo la vida de las personas.

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El religioso no solo alude a los centros de espectáculos, deportivos o políticos, sino espacios como el de la catedral de Santiago. Con la investigación que se dispuso para determinar las causas de la tragedia el Gobierno también busca evitar que desgracias similares se repitan.

Angustia que sea después de un suceso tan conmovedor cuando se plantee la necesidad de inspeccionar y fortalecer las medidas preventivas.