Hace un buen tiempo sabemos que las cosas no son fáciles para las mujeres, que los cambios culturales atrapan a varias generaciones en procesos lentos y dolorosos para nosotras, y sabiéndolo, tuvimos la certeza de elegir estar presente, de manera activa, en el desarrollo de esa transformación que ha de llegar.
El tema de la acción positiva desde la ley, o cuotas afirmativas, para obtener una mayor presencia de las mujeres en los puestos de poder político, no se acaba de entender en una cultura que es profundamente machista y en la que, lo político partidista se mantiene en el atraso y la exclusividad de actores, que no sueltan el poder para otros hombres y mucho menos para las mujeres.
En el mundo la incorporación de la cuota femenina promovió el aumento de la candidatura de mujeres, como acción de justicia para la mayor parte de las personas votantes y en nuestro país, además, mostró la resistencia de los partidos a reconocer el derecho a las candidaturas que tienen sus compañeras de militancia, utilizando toda clase de argucias para la trampa.
En nuestro país, a 19 años de la reforma legislativa para el tema, la Ley No. 120-00, fue aprobada la Ley Orgánica del Régimen Electoral, No. 15-19, el pasado 18 de febrero, después de largos períodos de “estudio” por los partidos nacionales. En su artículo 136, esta ley dispone el principio de la equidad de género en las nominaciones y listas de candidaturas a la diputación, regidurías y vocales, que, como la Ley de partidos, No. 33-18,dice que no debe haber menos de un 40%, ni más de un 60% de hombres y mujeres en la propuesta nacional.
Hay que ser persona aviesa para mal interpretar un mandato legislativo tan claro y tergiversar con sobados argumentos contra la cuota afirmativa, y la verdad es que, la ley hay que cumplirla, como han asegurado las autoridades que harán.
La semana pasada, una representación de la Comisión Permanente de Asuntos de Equidad de Género de la Cámara de Diputados, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia (Profamilia), el Movimiento Cívico no partidista Participación Ciudadana (PC) y el Ministerio de la Mujer, interpretando los derechos de la mayoría del electorado dominicano, las mujeres, acudió a la JCE, para que se garanticen estas disposiciones en el proceso electoral al 2020.
Las mujeres políticas deben de estar atentas, como también las organizadas, y unirse para velar por los derechos de la mitad de este país.

