Cuqui Acevedo llegó al béisbol aficionado como dirigente sin proponérselo y cimentó una notable carrera como escucha y propulsor del deporte sin esperar el reconocimiento por su labor de décadas.
Sin embargo, Héctor Bienvenido acepta con la humildad que le caracteriza su elevación al tempo de la Inmortalidad del Deporte Dominicano.
El nativo de San Pedro de Macorís fue exaltado durante el 52 Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en un emotivo acto celebrado que incluyó la inmortalización del también propulsor Rafael Duquela, de los ex peloteros José Mesa, Pedro Julio Astacio y Tony Batista, y los ex selecciones nacionales Pedro Gómez, Tito Horford, Guillermina Candelario, Yudelkis Bautista y José Vicbart Geraldino.
“No hice deporte pensando en reconocimiento a mi trayectoria y jamás creí que iba a tener una carrera tan dilatada y con la trascendencia que hoy el Pabellón de la Fama le ha dado a mi trayectoria”, afirmó el hombre que recibió la oportunidad de dirigir cuando el entonces mánager del equipo de la UASD, Julito Edwards (de quien era asistente), le pasó la antorcha.
Dijo que su único norte fue siempre ayudar, respetar a los atletas y colaborar con el desarrollo del deporte nacional en la alta competición.
Acevedo es un dirigente ganador de medallas de oro, plata y bronce en eventos internacionales, tanto en béisbol como en softbol.
Asimismo, como escucha de béisbol forjó una carrera que por sí sola pudo catapultarlo a la inmortalidad del deporte nacional, cuando se hace una retrospectiva de la cantera de jugadores que firmó al profesionalismo, de lo que llegaron a las Grandes Ligas y lograron jerarquías de estrellas y de estelares, y de otros que forjaron carreras de inmortales en el béisbol invernal.
“Siempre usé mi posición de escucha del béisbol profesional como un trampolín para ayudar a las dos pelotas de mi país en el campo de aficionados. Por eso nunca puse condición cuando las federaciones de béisbol y softbol necesitaron de mis servicios, ni cuando el país me necesitó. Al contrario, en cada ocasión puse al tanto de mis superiores en Grandes Ligas el compromiso que yo tenía con el deporte aficionado y con mi país”, indicó.
Sobre su probable ditalada exaltación, Acevecdo agradeció la distinción hecha por el Pabellón de la Fama, asegurando que “llegó en el momento que Dios estimó que debía producirse”.
Sus logros
Se le considera entre los más finos descubridores de talentos del béisbol y es parte de la historia como uno de los mejores escuchas de todos los tiempos.
Sus éxitos como escucha marchan a la par con los cosechados por otro gurú entre los buscadores de talentos, como el ya fallecido y también inmortal Epifanio -Epy- Guerrero.
Firmó a muchos de los mejores peloteros dominicanos que han jugado en las Ligas Mayores y un total de 14 atletas, entre profesionales, olímpicos y softbolistas que pasaron sus manos, hoy son inmortales del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Firmó a estrellas como Julio César Franco, George Bell y Juan Samuel. Además, estelares del nivel de Carmelo Castillo, Junior Noboa, Rufino Linares, José -Mackey- Moreno, Luis Encarnación (El Moyeto), Alejandro Sánchez, Rubén Mateo, Ramón Martínez, Miguel Román, Amaury Nina, José Morbán, Luis Encarnación, Hanley Frías y Juan Arias, entre otros.
Como entrenador nacional de béisbol y softbol, guió a diferentes selecciones que ganaron medallas de oro, plata y bronce a nivel internacional. En resumen, en el campo internacional fue mánager ganador de cuatro medallas de oro, así como seis de plata y siete de bronce (4-6-7) en las dos ramas del softbol (masculino y femenino).
Además, un cuarto lugar en el Mundial de Midlan, Michigan (EE.UU. 2004), quinto puesto en el Mundial de East London (Sudáfrica-2000) y sexto lugar en el Mundial de Tacoma (Washington-1980). También, los seis títulos de béisbol amateur logrados con la UASD (1980, 81, 82, 83 y 84.), el oro en el Cívico-Militar y el título en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Universitarios.
UN APUNTE
Los que trataron
A Cuqui Acevedo
Recuerdan que nunca cobró un centavo, ni de dieta, para dirigir a una selección nacional, y que como mánager de la UASD en el béisbol AA del distrito Nacional, destinó su sueldo
al departamento de educación física de la alta casa de estudios, para que estudiantes de escasos recursos pudie