Tan alarmante como la denuncia de que más de un millón de motocicletas circulan sin documentación legal es la impotencia expresada por el director del Intrant para que se haga cumplir la Ley de Tránsito.
Los motoristas hacen lo que quieran, incluso hasta circular sin el obligatorio casco protector, como si gozaran de alguna licencia para violar las leyes.
Los que no pueden circular ni siquiera con una placa mal colocada en sus vehículos son los conductores de vehículos privados porque de inmediato son multados por los agentes de la Digesett. Beras ha declarado que parte del caos del tránsito tiene que ver con la impunidad, sobre todo de los motoristas.
De las violaciones en que incurren se sabe más que de sobra. Lo que no se sabe son las razones por las cuales los agentes de la Digesett no actúan en los alarmantes casos de los motoristas.
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Por la temeridad con que se desplazan, sin respetar señales y ni siquiera a los propios agentes en las intersecciones, los motoristas se han convertido en un peligro para la seguridad pública.
Desconcierta que el director del Intrant solo pueda denunciar las violaciones, pero no actuar para que se respeten las leyes.