Es una nación donde decidieron convivir sin decirse ni una mala palabra siquiera alemanes, italianos y franceses que terminaron por convertirse en suizos.

Estratégicamente colocada entre montañas de ensueño, con lagos resplandecientes y vaquitas que mugen serenas al ritmo de los clásicos, Suiza es el sueño del culto a la intimidad y a los mejores momentos.

Es el país de la neutralidad, de los relojes de cucú y de las pastillas de sopa.

Ahí, sobre esos Alpes de ensueño se pueden incluso gastar fortunas incomparables con factura al Estado en vacaciones disimuladas de preocupaciones sobre la marcha del mundo.

El recinto de las cuentas bancarias secretas (que guardan con celoso primor los millones mal habidos como los de los más notables acaudalados).

Pero suiza es asimismo la nación que suele recibir a esas muchachas pobres y tercermundistas, de «buena presencia física» y disposición para todo que se van a obtener fortuna degradándose y arriesgando la vida con males finalmente intratables porque en sus países de origen las grandes reservas económicas no se hallan ni siquiera mínimamente repartidas.

Sus gobernantes suelen apostar exclusivamente al resguardo de los bienes de los más poderosos. Los procesos electorales, por ejemplo, son una oportunidad para hablar de avances futuristas que no se realizaron en décadas y en mejores momentos y circunstancias para hacerla.

Pero entonces ese reparto de utilidades hubiera frenado el avance de aquellos que se han hecho económicamente poderosos bajo la mirada complaciente de quienes tienen el deber constitucional y ético de no permitirlo.

Cuando la gente se retuerce de indignación y resentimiento ya ellos saben a qué echar manos primero.

Uniformados, preparados, bien entrenados, lacrimógenas a mano, para los efectos de las mismas causas.

Suiza el país de los mejores ensueños y de las grandes decepciones.

Es la nación en la que se vierten las cifras más catalizadas sobre cómo anda por ejemplo la economía.

Un apunte

Crecimiento moderado

Suiza es uno de los países de Europa y el mundo donde mejor distribución se hace de los ingresos del Estado, de ahí el bajo nivel de pobreza que registra esa nación.

En la economía suiza el Producto Interno Bruto se disparó de un 2,3% revisado a 3,4%, superando las expectativas de 2,6%. comparado trimestralmente para el 2010.

En ese año la Secretaría de Asuntos Económicos en Suiza aumentó las exportaciones de una contracción de 9,5% en 2009 a una magnitud de 11,2% en 2010. Fruto de la recesión mundial, el desempleo se mantiene como la advertencia mas representativa en lo sucesivo, y se espera sea de 5.5% el año próximo.