Lucha o dictadura
Hay tres tipos de individuos políticos que conviven en cualquier sociedad abierta: los propensos al autoritarismo basado en la fuerza; los políticos desprovistos, por origen o por involución, de frenos a la ambición que los mantengan en la zona de la “razón práctica” (I.Kant) y, tercero, algunos intelectuales políticos (que no es lo mismo que políticos intelectuales) con la cabeza llenas de informaciones, pero sin ideología ni presupuestos éticos que respeten durante momentos de auge de trafico sórdidode canonjíasy prebendas. Momentos que siempre aparecen en cualquier sociedad.
Siempre ha sido así, y mientras esos tres tipos de personalidades no hagan simbiosis tipo tres en uno para detentar el poder del Estado, su mera existencias individualizadas o en subalternas coincidencias, no representarán mayor peligro para el Estado de derecho, sobre todo si se les contraponen las Ejemplaridades Públicas de que habla Javier Goma (200..), que en ocasiones se corporizan en personalidades y organizaciones de la oposición política y de la sociedad civil.
Juan Bosch y Pena Gómez, por ejemplo, jugaron ese papel en momentos en que los violentos, los genuflexos y los corruptos hicieron mezcla fecunda y pretendieron regresar al pueblo al oscurantismo dictatorial.Balaguer, para mantener su régimen neotrujillista, utilizo la técnica de las 3Ps de Zomoza: plata, palo y plomo.
Plata para los amigos, palo para los indiferentes y plomo para los enemigos; pero fue en vano, la fortaleza moral del liderazgo opositor finalmente lo derrotó en el 1978.
Algunos apologistas de Danilo se devanan sus livianas seseras tratando de convencer de que la reelección es un “perfeccionamiento” de la democracia, o de que la “construcción de mayoría “es la democracia y que, lógicamente, juntarse al Gobierno, para “ hacer mayoría” , es cumplir con un deber. ¡Eliminemos la oposición!
Es decir, que Europa repleta como está de oposición política, es un residuo barbárico de civilización en democracia que debería venir a Dominicana y aprender merengue constitucional con el PLD y sus comparsas.
El discurso de Danilo fue mediocre pero revelador: “seguiré a caballo”.
¡Lucha o dictadura! Eso tenemos.