Al cumplirse mañana el 172 aniversario de la proclamación de la Independencia Nacional, rendimos sinceros tributos a sus ilustres forjadores, Francisco del Rosario Sánchez, Juan Pablo Duarte, Ramón Matías Mella y otros adalides, patriotas y mártires, transcribimos parte de la histórica carta que desde Caracas, mayo 2 de 1865, dirigiera el paladín Duarte a uno de sus leales y consecuentes amigos, el trinitario licenciado don Félix María del Monte, a Puerto Rico.
“Mi muy querido amigo: pues no que escrito esta: ¨Bienaventurados los que han tenido hambre y sed de justicia porque ellos serán hartos, y el buen dominicano tiene hambre y sed de justicia a largo tiempo, y si el mundo se lo negara, Dios que es la suma bondad, sabrá hacerla cumplida y no dilatarlo.¨
“Y entonces: ¡ay de los que tuvieran oídos para oír y no oyeron, de los demás que tuvieron ojos para ver y no vieron la eternidad de nuestra idea!, porque ellos habrán de oír y habrán de ver entonces lo que no hubieran querido oír y habrán de ver entonces lo que ni hubieren querido oír ni ver jamás”.
“Te suplico por tus hijos y por la madre de tus hijos, no cierre tus oídos a mis palabras, porque más de un triste llora sus desventuras por haberlos oído y no por haberlas escuchado y más de una víctima tropezó con el sepulcro”.
“Corrupción: ¨los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestro, están todos muy acordes en estas ideas; “destruir la nacionalidad aunque para ellos sea preciso aniquilar a la nación entera y cerrarnos las puertas de la Patria, pues no somos más que unos ambiciosos que independizamos nuestro pueblo solo por ambiciosos y no tuvimos talento para hacer nuestra la riqueza ajena.¨
¨Mientras que ellos son los hombres honrados y virtuosos, quienes han tenido habilidades para hacerlo todo, hasta llamar al extranjero, muestra inequívoca de los muy amados que serán por la justicia con que han predicado y procederán para con Dios y la patria y la libertad del dominicano, en los que no están de acuerdo nuestros libertos, es en lo del amo que quieren imponerle al pueblo.¨
“Ya tú dices (y es cierto) que Benigno Rojas no es sino un Yankee, y Báez que no es haitiano- galo español y la Bastida y Alfaos y Manueles son Yankees”.
“Báez, dizque dice Bobadilla, no es si no pandora, Melitón es todo menos dominicano. Dice José Portes que se halla en Saint Tomas, y añade a esto, que siendo senador para que se callaren la boca cuando la anexión, Santana le regaló una casa ¡pobre Patria!
“Si estos son los consultores, ¡que será lo consultado!”.
Esta situación, aunque no lo parezca, es violenta y no promete un desenlace tan suave o natural como lo esperan los necios que representan en esta comedia cuyos papeles se han repartido ellos mismos, habiendo quien se haya hecho cargo de dos y hasta tres papeles, por si acaso que a esto se llaman tener previsión”. Y mientras tanto se agita y huye el malo, ¡qué hace el bueno!