En la confesión de culpabilidad del exdirector de la Oisoe, Francisco Pagán Rodríguez, que el Ministerio Público asume como pieza clave en el caso Antipulpo, hay algunos cabos sueltos. O en la nota distribuida por la Procuraduría Especializada de la Corrupción Administrativa (Pepca) sobre la confesión de Pagán Rodríguez.
El imputado dice que para la adquisición de un apartamento en La Esperilla recibió 10 millones de pesos en efectivo, entregados en una funda negra, a través de una persona que identificó como Kelvin Santiago, que le envió un funcionario. Extraña, sin embargo, que se omita el nombre del funcionario.
Parece que lo importante para la Pepca es que Pagán Rodríguez admitiera que se benefició del entramado de corrupción que encabezaría Juan Alexis Medina, hermano del expresidente Danilo Medina, y decidiera entregar bienes adquiridos en forma ilícita.
Entre las propiedades figuran un apartamento y una finca, así como el dinero en efectivo. Pero los cabos sueltos, sobre todo en cuanto al nombre del funcionario que le envió el dinero, crean mucha confusión. Aparte de determinar si el exfuncionario ha dicho toda la verdad.