El debate presidencial celebrado el pasado lunes 18 por iniciativa de ANJE y con el respaldo de los grupos de comunicación Corripio y CDN, fue un paso gigantesco para la sociedad dominicana que vive una democracia que sigue madurando y que está aprendiendo a exigir más de sus gobernantes. Si bien fue notorio en los moderadores y, muy especialmente, los candidatos la falta de experiencia en las presentaciones a través de ese tipo de formatos, la realidad es que este primer debate presidencial en la historia moderna de nuestra democracia puede ser considerado un éxito.
Se debe hacer especial reconocimiento a los organizadores que valientemente optaron por realizar el debate no obstante la ausencia del candidato y actual Presidente de la República, Danilo Medina. En elecciones anteriores la resistencia a debatir por parte de candidatos importantes solía dar al traste todo intento de organización de estos, fuera por motivo de credibilidad del evento o por su impacto en los ratings. Que tanto ANJE como los grupos de comunicación Corripio y CDN pusieran de lado esos temores es en sí una victoria para nuestra democracia, y no solo servirá de impulso para que en las elecciones venideras se realicen más debates con más apoyo de otros medios, sino que resultará más cuesta arriba para cualquier candidato rehusarse a debatir.
Si bien hay que felicitar a todos los candidatos que participaron en el debate por hacer de este una realidad, también es claro que estos deben asumirle como una lección. La oposición está fragmentada y ninguno trató de mostrarse de forma decisiva como la voz de ese sector. La verdad es que los candidatos se beneficiaron de unos moderadores que no mostraron interés en cuestionar sus planteamientos o presionar por los detalles importantes. Las promesas incumplibles, las afirmaciones falsas o exageradas y las respuestas que no respondían nada, no fueron debidamente atacadas, lo que desmeritó el ejercicio que se buscaba ejecutar allí.
No obstante lo anterior, como primer debate, la organización se puede considerar como impecable, y la realización bien ejecutada. Para el futuro la meta será organizar múltiples debates en el ciclo electoral que se centren en temas específicos para que los candidatos puedan dar un mejor uso del tiempo para transmitir sus mensajes de una forma más clara y definida.
Como un ciudadano más de la República Dominicana, agradezco enormemente el esfuerzo y trabajo de los organizadores de este debate por hacer de este un sueño hecho realidad. Todos los dominicanos debemos estar conscientes de que este es apenas un primer paso, y que en el futuro estaremos obligados a exigir más, si deseamos finalmente ver a nuestra democracia llegar a la tan anhelada adultez.