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El diablo en elecciones

El diablo en elecciones

Epidemiólogo Ernesto Guerrero

Hoy se decide la presidencia del Brasil entre Lula y Bolsonaro y el tema religioso tiene mucho peso en estos comicios; increíblemente, allí satán aparece como figura decisoria. La religión es siempre tema de campaña en las elecciones de la región, pero con el crecimiento de las iglesias evangélicas, las discusiones que involucran principios vinculados a la religiosidad, (género y sexualidad) ahora también aparecen con mayor fuerza.

Lula, el candidato más votado en la primera vuelta, se vio obligado a desmentir noticias que lo acusan de tener “un pacto con el diablo” y a reiterar que es cristiano y cree en Dios, pero en la búsqueda del voto, fue aún más lejos al presentarse ahora como oponente al aborto, cuando antes se había referido al debate sobre su legalización, como un tema de salud pública. Bolsonaro desde el inicio desarrolló su campaña ligada a la religión, pero también se vio en apuros cuando se difundió un video que lo vincula a la masonería.

Según datos de Latino Barómetro (2018), desde la década de los 70, la iglesia católica tiene una constante pérdida porcentual de fieles, mientras que aumentan los miembros de denominaciones evangélicas. Solo en México y Paraguay no ha sufrido pérdidas considerables. Por otro lado, en Chile y Uruguay aumentó sensiblemente la proporción de gente atea y agnóstica; En nuestro país, los fieles de la iglesia católica representan menos del 50% de la población.

Este aumento de los evangélicos, se debe a que estos priorizan el carisma pastoral sobre la competencia teológica y la formación formal, además la creencia de que el bienestar material es una prueba del favor de Dios (evangelio de la prosperidad). En el plano político-institucional se hace cada vez más evidente, la pretensión de estas iglesias de influir en el destino político y en las instituciones del Estado.

En el siglo XIX en América Latina los protestantes lucharon desde su posición de minoría religiosa junto a los liberales por un Estado laico, claramente separado de la Iglesia, los evangélicos de la actualidad demandan más bien igualdad legal y política con respecto a la Iglesia católica e inducen la entrada de argumentos religiosos en la esfera política. En la campaña electoral de Brasil parecen revivir los tiempos de ascensión del fascismo al poder.