Opinión Articulistas

Dos gobiernos

Dos gobiernos

Manuel Fermín

República Dominicana en materia política es un verdadero mundo a escala reducida, un microcosmo en lo relacionado con la experiencia política y electoral. Después de la caída de la dictadura: las dificultades para la estabilidad de las instituciones, elecciones democráticas, el golpe de Estado, la revolución de abril, y la intervención militar norteamericana.

A grandes rasgos, de todas esas crisis es que se ha nutrido nuestra democracia, y que con muchas dificultades hemos avanzado a lo que hoy tenemos.

Sin embargo, el camino que abre el presidente Abinader, más preocupado por su reelección que por las consecuencias que deja: descarrilar la estabilidad económica y democrática del país, ha decidido «borrar» a la oposición, y para ello, con mal velado disimulo, se utilizan recursos del Gobierno de forma copiosa lo que constituye un monumento a la temeridad y la mala fe.

Y lo lamentable y recusable es que la JCE no sólo no ha llamado la atención por esto, sino que luce prosternada ante el poder.

Es decir, le brinda alas para que siga absorbiendo a tantos defensores que obligará después de su triunfo a la formación de otro gobierno paralelo, nominalmente hablando.

Para poder cumplir la promesa de alojar en cargos públicos a una veintena de partidos adheridos; la cooptación de centenares de tránsfugas, indudablemente que serán necesarias dos administraciones concentradas en un solo mando, desde luego, discrepante con la legitimidad democrática. Entre ahora y entonces no hay duda que nos desenvolvemos en un estado de prevaricación total institucionalizando el transfuguismo que constituye una vergüenza totalmente condenable al promover un cambio de la cultura política de las colosales proporciones que se ha observado en este torneo electoral.

Parece que habremos dejado de ser lo que hemos sido y nos convierten en un gobierno de la muchedumbre, es decir, una oclocracia, pero en el mando real una plutocracia, (o «popicracia»). Hay modelos de gestión que hay que erradicar, tenemos que respetar las instituciones democráticas, cuidarlas y perfeccionarlas.