Es imposible conocer el laberinto de la conducta humana sin recurrir a Sigmund Freud cuya teoría del Ello, el Yo y el Super yo es una de sus más famosas e interesante.
El ello, el yo y el super yo son los conceptos que Freud identificó para referirse al conflicto y la lucha de fuerzas antagónicas que rigen nuestra forma de pensar y de actuar.
Este enfoque psicodinámico que nació con su psicoanálisis se fundamenta en la idea de que los procesos psíquicos que se producen en cada persona están definidos por la existencia de un conflicto. Freud definía el Ello como la estructura de la psique humana que aparece en primer lugar, que está presente desde que nacemos y durante los primeros dos años de nuestras vidas.
El Ello se mueve a partir del placer inmediato y se suele considerar como la parte animal o instintiva del ser humano. El Yo es la instancia psíquica surgida a partir de los dos años que se regiría por el principio de la realidad y está más enfocado hacia el exterior que nos lleva a pensar en las consecuencias prácticas de lo que hacemos.
Esto hace que se enfrente al Ello para aplacar los impulsos que emanan de él, para lo cual utiliza los mecanismos de defensa. El Yo, según esta teoría, es la instancia psíquica que se encarga de hacer que la fuerza del Ello no tome el control del cuerpo llevándonos a situaciones no deseadas a corto plazo.
Por su parte El Super yo aparecería a partir de los 3 años de vida y es consecuencia de la socialización y la interiorización de normas sociales consensuadas, siendo la instancia psíquica que vela por el cumplimiento de las reglas morales.
El Super yo presiona para realizar grandes sacrificios y esfuerzos con tal de hacer que la personalidad de uno mismo se acerque a la idea de la perfección y del bien. El Super yo se enfrenta al Ello y al Yo obligandonos a adoptar conductas de vigilancia de uno mismo para evitar las confrontaciones con los demás.
Freud creía que la lucha entre el Ello, el Yo y el Super yo en ocasiones puede generar descompensaciones que producen sufrimiento y la aparición de psicopatologías, por lo que se debía tratar de re-equilibrar la correlación de fuerzas a través del psicoanálisis. Si el Super yo se impone puede haber represión de pensamientos y emociones y producir crisis nerviosas. Si el Ello predomina puede dar paso a la sociopatía.
Freud no creía que existiese una solución definitiva al enfrentamiento entre las tres instancias psíquicas donde las personas más sanas no son aquellas en las que el Ello, el Yo y el Super yo han dejado de luchar, sino aquellas en la que esta lucha causa menos infortunios.
Por: Alberto Taveras
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