El tema no estaba en mi agenda esperando que se le diera forma para ser publicado hoy. Confieso que opté por este asunto movido por un artículo que leí en un muy importante diario el pasado lunes. Al menos cuatro veces, el articulista se refirió a los naturales de Villa Altagracia como “Villa Altagracianos”.
Ejemplos:“… es que esos valores ya estaban en el corazón de cada Villa Altagraciano”; “Hoy entendemos que los Villa Altagracianos interiorizaron la importancia de la igualdad y la libertad…”; “También aplaudimos a los Villa Altagracianos por convertirse nuevamente en los protagonistas de los cambios que fortalecen su propio municipio”.
Los nombres propios que designan lugares admiten la aplicación de sufijos para originar una palabra con la que se identifica a las personas nacidas en tales lugares. A eso se llama gentilicio, que para unos usos funciona como sustantivo (Los veganos somos buenos todos) y en otros casos actúa como adjetivo (Han desvirtuado el carnaval vegano).
El gentilicio es un vocablo derivado del topónimo. Una palabra es derivada cuando se ha formado a partir de otra, llamada primitiva. En el caso de los gentilicios, se origina una palabra -solo una- aunque el nombre del lugar al que se refiere sea pluriverbal. No importa cuántos vocablos contenga el nombre del país, ciudad, pueblo o barrio, su gentilicio es una palabra.
Normalmente, el gentilicio se acorta y tendrá menos sílabas que el nombre del lugar. Casos: gasparense cuenta con menos silabas que Gaspar Hernández, aunque michero tenga una sílabamás que Miches y por igual nagüero una más que Nagua.
Al formar sus gentilicios, unos nombres pierden el artículo que le precede. Ocurre con La Vega (vegano), El Seibo (seibano), La Romana (romanense), Los Alcarrizos (alcarricense), Los Hidalgos (hidalguense). Abundan en nuestro territorio los lugares que en su denominación llevan el vocablo /Sabana/ y los hay municipios, distritos municipales y otras demarcaciones.
Sabana de la Mar, Sabana Iglesia, Sabana Yegua, Sabana Larga, Sabana Grande de Boyá son municipios. Sus gentilicios son, respectivamente: sabanalamarino, sabanaiglesiense, sabanayegüense, sabanalarguense y sabanero. Entre los distritos municipales que incluyen la voz Sabana tenemos: Sabana Buey (sababueyero), Sabana Alta (sabanaltero), Sabana Grande de Hostos (sabagrandense).
El gentilicio /petromacorisano/ (de San Pedro de Macorís) como/francomacorisano/ (de San Francisco de Macorís) implican una variación morfológica fuera de lo común, ya que en ambos se agrega un elemento que no aparece en el nombre. Como el vocablo derivado resulta extenso, siete silabas en cada uno, se ha prescindido de la voz /San/ y de la preposición /de/ que aparecen en ambos topónimos.
Otros los municipios con topónimos pluriverbales son Hato Mayordel Rey (hatomayorense), San Juan de la Maguana (sanjuanero), Santiago de los Caballeros (santiaguense), San Rafael del Yuma (yumero),Padre Las Casas (padrecasense), Licey al Medio (liceyano) y Las Yayas de Viajama (yayero).Igualmente, los distritos municipales Arroyo Toro-Masipedro (arroyotorero), Lagunas de Nisibón (nisibonense), Barranca-Don Juan Rodríguez (barranquero), Estrecho de Luperón-Omar Bross (brosero).
Los nombres que llevan la voz /villa/, por lo común hacen su gentilicio fusionando esa palabra con su acompañante y se aplica el sufijo a la segunda palabra, formando así una nueva. Algunas localidades han hecho su gentilicio a partir de la segunda palabra, que es realmente el núcleo de su nombre, así ocurre con los municipios Villa Jaragua (jaragüense) y Villa La Mata (mateño).
Se forman con una sola palabra, que se escribe con minúscula, salvo que las circunstancias demanden lo contrario, los gentilicios de Villa González (villagonzaleño) Villa Tapia (villatapiense), Villa Vásquez (villavasquense), Villa Riva (villarrivense),Villa Duarte (villaduartiano),Villa Elisa (villaelisense), Villa Trina (villatrinense), Villa Isabela (villaisabelino) y por supuesto de Villa Altagracia (villaltagraciano). LCQD.