Articulistas Opinión

El sistema educativo

El sistema educativo

Orlando Jorge Villegas

En estos tiempos en los que la polarización y el extremismo parecen ser la norma, hablar de ciertos temas llama con mayor prontitud al rechazo y al debate que a la investigación y la reflexión. Uno de esos temas, es el desarrollo de los niños y los hombres.

Por ello, es necesario aclarar que el prestar atención a este tema no implica que haya que restar de la prestada en favor de las niñas y las mujeres, por el contrario, lo que se ha logrado hasta el momento debe ser aplaudido y sostenido, sin dejar de lado al resto de la población. A final de cuentas, no se trata de tomar partido por uno u otro, sino de que la humanidad pueda prosperar como un conjunto.

Está científicamente comprobado que el cerebro de los niños se desarrolla más despacio que el de las niñas, específicamente, la corteza prefrontal. Es decir, que, en un sistema educativo basado en premiar la disciplina, la constancia y la responsabilidad, estructuralmente habrá una ventaja para el grupo cuyos cerebros ya se ha desarrollado para cumplir con esas demandas.

De acuerdo con el Boletín de Competitividad Sectorial 2021 realizado por la Dirección de Análisis Económico Sectorial del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, en el país, por cada 18 mujeres en la matrícula universitaria, hay solo 10 hombres. La participación de niños y hombres en la educación dominicana es cada vez menor.

Sumándole a esto, las altas tasas de deserción escolar tras la pandemia y que la disparidad de género en materia educativa ya es una tendencia a nivel mundial, tenemos una problemática social que se desarrolla silenciosamente frente a nuestros ojos.

Autores como Richard Reeves, proponen como solución a esta situación: un mejor balance en la proporción de maestros y maestras en el sistema educativo, que el inicio de la edad escolar formal para los niños sea un año después que para las niñas de modo que puedan estar a la par en desarrollo mental, e invertir más en educación técnica y vocacional.

Las implicaciones de esta disparidad educacional pasan a tener mayores consecuencias cuando vemos que afecta la capacidad de los hombres de adentrarse al mercado laboral, de obtener buenos salarios, y genera barreras de entrada a ciertos mercados como: salud, psicología, educación y administración. Estas áreas que se beneficiarían de tener diversidad están cada vez más segregadas.

A largo plazo, esto no solo afecta la economía y las dinámicas sociales, por demás, tiene serias repercusiones en la salud mental y autoestima de los niños quienes son altamente motivadospor el sentimiento de éxito.

Por: Orlando Jorge Villegas

ojorge@jvmediagroup.com

El Nacional

La Voz de Todos