El Consejo Nacional de la Magistratura escogió anteanoche a cinco letrados que ocuparán vacantes de jueces que concluyen su período en el Tribunal Constitucional (TC) incluida la de su presidente, doctor Miton Ray Guevara, que será suplida por Napoleón Estévez Lavandier. Otros designados con Amaury Reyes Torres, Fidias Aristy Payano, Sonia Díaz Inoa y Army Esperanza Ferreira Reyes.
En términos legales e institucionales el proceso de escogencia de esos magistrados cumplió con requisitos contemplados en la Constitución y leyes subsidiarias, pero como ha sido costumbre los nombres seleccionados han concitado respaldo y rechazo.
El nuevo titular del TC proviene de la Suprema Corte de Justicia, donde se desempeña como juez desde 2019, con una carrera profesional de 24 años durante la cual ha ocupado diversas posiciones públicas relacionadas con su profesión, así como la de catedrático universitario.
Reyes Torres posee un amplísimo perfil profesional, con diversas maestrías en universidades nacionales y extranjeras, además de laborar en el Tribunal Constitucional, donde fue parte del primer equipo fundador de esa alta corte, en tanto que Fidias Aristy Payano posee una larga experiencia como funcionario público.
La jueza Sonia Díaz Inoa ha ocupado cargos en instituciones pertenecientes a los tres poderes del Estado y ha fungido como coordinadora del grupo cívico Participación Ciudadana, mientras que la magistrada Ferreira Reyes es una académica que se desempeña como procuradora general adjunta del Ministerio Público.
Debió ser tarea difícil para el CNM escoger entre 113 postulantes a cinco juristas como jueces del TC, aunque el partido oficial posee mayoría en ese órgano, lo que motivó al candidato presidencial del Partido de la Liberación (PLD), Abel Martínez, a denunciar que los escogidos responden al Gobierno.
Para ser justo debe admitirse que en otros gobiernos el Consejo de la Magistratura ha designado a juristas con notoria adherencia política o corporativa como jueces de las altas cortes, a la mayoría de los cuales se les reconoce realizar un buen desempeño.
Los nuevos jueces del Tribunal Constitucional y los que ejercen esas funciones deberían estar advertidos de que la sociedad dominicana tendrá los ojos puestos sobre cada uno de esos magistrados en permanente vigilancia y supervisión en torno a todas las decisiones que emanen de esa alta corte, tutelar y garante de la Constitución de la República. El tiempo dirá.