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El verdadero muro fronterizo

El verdadero muro fronterizo

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La no comunicada veda de 23 productos dominicanos ingresar al calamitoso vecino Haití por la vía terrestre, se inscribe en el abanico ruín de chantajes que practican los gobiernos haitianos para impedir que repatriemos a más de un millón de sus nacionales que residen ilegales, que no necesitamos y que invaden actividades comerciales pequeñas en perjuicio nuestro.

Un llamado Foro Económico del Sector Privado, organismo de presión que opera en territorio dominicano, expresó conforme nota de prensa del 24 de septiembre, su apoyo a la veda de ingreso a Haití por vía terrestre de 23 productos, y su trasiego por vía marítima ó aérea, que encarece notablemente los costos que paga el país más pobre de América.

Esa ruindad no es óbice para los sectores de poder económico haitianos, involucrados en los negocios portuarios, idéntico que aquí, posición que la víspera apoyaron empresarios haitianos.

El 24, Hoy insertó una noticia proveniente del ministro de Economía y Finanzas haitiano, Wilson Laleau, reafirmando la decisión del gobierno que preside Michael Martelly de no modificar el ingreso terrestre de los 23 productos que representan US$477 millones de los US$l,423.2 millones que exportamos el año pasado a Haití, nuestro segundo mercado, solo superado por Estados Unidos.

La estrategia correcta del Gobierno del presidente Danilo Medina y el sector productivo afectado y el que no lo es y lo será en breve, debe consistir en firmar desde hace tiempo un TLC con el chantajista vecino, y en segundo término, asegurarse desde hace tiempo mercados alternativos para colocar sin chantajes bienes de consumo Made in RD, y eso no se ha hecho por desidia,
En vez de optar por una estrategia de mercados alternativos, nuevos y próximos como Puerto Rico, Islas Turcas y del Arco Antillano hasta Trinidad y Tobago, la Junta de Aviación Civil (JAC), conforme expresó su presidente Roger Jover, el 25, Listín Diario, dice que prepara un corredor aéreo SD-.Puerto Príncipe, Cabo Haitiano, Santiago-Puerto Príncipe y Santiago-Cabo Haitiano, una decantación incorrecta insertada en el comodismo, el pendejismo y la validación del chantajismo.

El 25 de septiembre la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) categorizó que el 88% de los productos manufacturados dominicanos ingresan a Haití vía terrestre, y el día 2l el presidente de la Asociación de Industrias RD, Campos de Moya, reveló que el 80% de la manufactura dominicana exporta bienes a Haití..

Resulta asaz extraño que este personaje, esquirol del consorcio empresarial más opulento y glotón del país, no expusiese una fórmula para colocar en mercados nuevos el mayor por ciento de nuestra capacidad exportadora libre de los chantajes reiterados de los haitianos, inclusive, procurando asociaciones multinacionales con esos posible nuevos mercados para garantizar su flujo sin perturbaciones, necedades y chantajes recurrentes de Haiti, que se inscribe, no es ocioso reiterarlo, en la política exigente haitiana de que retengamos a más de un millón de sus nacionales en nuestro territorio sin documentación alguna y sin que los necesitemos a todos para labores que los dominicanos rehúsan, industria de azúcar de caña, construcción y varios tipos de agricultura, arroz, café, cacao, invernaderos.

Es válido considerar en este tema tan crucial que involucra nuestra soberanía primero y la economía luego, o al revés, conforme el sentir de esos protagonistas, la política mundial sobre refugiados, sobre todo, los de guerras, Siria, Afganistán, Iraq, Franja de Gaza y Cisjordania, Libia y Túnez, todos provocados por la tolerancia de Occidente de apuntalar a dictadores infames, y sus desplazamientos han devenido en oleajes de inmigrantes que invaden en precarias condiciones humanas a Europa en más de medio millón de infortunados catapultados por convulsiones en sus países de origen.

No es el caso RD-Haití, donde de la parte vecina hay inestabilidad política ancestral, desatención de sus gobernantes a sus gobernados, pobreza extrema conmovedora, y los países que dicen ser amigos de Haití solo aportan una fuerza militar llamada MINUSTAH y magros recursos económicos que en caso de fluir, debieran administrarlos los países donantes, para evitar lo sabido.
Hay una abulia e indiferencia culpables, censurables, infames de gobiernos haitianos hacia sus nacionales y el resultado, profundiza la miseria y la opción elemental es emigrar sin problemas a RD cruzando una frontera de 295 kilómetros que no es posible patrullar las 24 horas ni tampoco orden presidencial para realizarla.

El correcto muro RD-Haití consiste en primero firmar un TLC, clausurar los mercados informales fronterizos y asegurar mercados alternativos confiables exentos de las variables abyectas del chantaje, y aplicar una política de firme interpretación de la ley 168-13.

Este último chantaje del catálogo infame de Haití contra RD fue revelado el q6 de septiembre por el diario digital haitiano Haití Sentinel refiriendo que la disposición del Ministerio de Economía de Haití de prohibir el ingreso por tierra de 23 productos dominicanos fue consecuencia de la solicitud de un grupejo de presión empresarial haitiano a cambio de ofrecer US$l.7 millones a la campaña para la presidencia de Haití de Jovenel Moise, delfín del presidente Michael Martelly a las elecciones de este octubre.
Basta ya de chantajes, chicanas, trapisondas y vagabunderías del incordioso vecino. El presidente Medina, CONEP y la AIRD tienen la pelota en su cancha.

El Nacional

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