Los tiempos en que las personas con perturbaciones mentales se hallaban integradas al paisaje y al folclor, para su suerte, pasaron.
Ya los Abejón de Coco, Busuco y el capitán de la basura, no podrán tener más vigencia en esa literatura cotidiana. Nunca fueron folclor.
Pero un estudio reciente revela un aumento de las enfermedades del alma.
El crecimiento fue medido con relación a la última medición que fue realizada en 2007.
El crecimiento de los males psíquicos, incorporado al estudio socioeconómico para el ordenamiento territorial de Santiago.
Afirma que igual tendencia se proyectó para el 2009 cuando en el primer cuatrimestre los casos eran superiores al 1%.
Proyecta la investigación que de mantenerse ese ritmo de hallazgos, a pesar de las perturbaciones mentales que provocan los problemas de la pérdida de empleo y otros aspectos socio-económicos que se desarrollaron entre noviembre del año 2008 (en plena crisis mundial) al cuatrimestre 2009, el alza de la tasa que se espera sería moderada.
Los datos se basan en consultas realizadas en el hospital José María Cabral y Báez.
El área de Salud Mental de ese centro realizó 13 mil 870 consultas en 2006, con 347 internamientos (31 por ciento), 15 mil 697 en 2007(296 internamientos (26.59%) 13 mil 404 en 2008, con 128 internamientos (11.50%), 3,451 entre enero a abril del 2009, con mil 113 internamientos (11.50%).
El total que comprenden estas cifras es de 47 mil 422 con mil 113 ingresos, para un cien por ciento.
No menos alarmante es la cantidad de enfermedades transmitidas por alimentos e intoxicaciones alimentarias.
La segunda enfermedad que motiva consulta (y que declara deficiencias en la atención preventiva) es la diarrea aguda.
Afecta especialmente a menores de 5 años.
Entre el 2007 al 2008 fueron notificados 17 mil 367 casos (49.6 por ciento) de los 34 mil 973 detectados en la provincia.
La población de 15 a 64 años fue el blanco de las intoxicaciones alimentarias.
De los mil 416 casos reportados la elevada cantidad de pacientes (está relacionada con) la proliferación de negocios de procesamiento y expendio de alimentos.
No hay en ellos, revela el informe, supervisión sistemática y mecanismos de control sanitario de parte de las autoridades de Salud Pública.
No existe, advierte, una campaña de educación a la ciudadanía sobre el particular.
La cantidad de empresas dedicadas a la venta de agua envasada, sin controles ni autorización sanitaria es la otra razón.
En cuanto a la leptospirosis, la provincia de Santiago ha reportado el mayor número de casos probables de este mal muy peligroso y mortal, incluso.
En el año 2006 fueron 290 para una tasa de 30.9 por ciento por cien mil habitantes, 273 en el 2007(29.13 por ciento) por cada cien mil habitantes y 405 en el 2008 para una tasa de 41.69 por cada cien mil habitantes.
Los hombres mayores de 15 años han sido los más afectados por síntomas de este mal: 33.5 por ciento de éstos fueron negativos y 56.5 por ciento estaban pendientes de resultados para octubre de 2008.
Analizados por sexo, durante 2007-2008 los analistas observaron que un 64.4 por ciento de los pacientes eran hombres y un 35.6 por ciento, mujeres. ¿Se saben cuidar las mujeres?
El municipio de Santiago registró 192 casos de leptospirosis (una tasa de 27.62 por ciento) por cada cien mil habitantes, de los 273 que se presentaron en el período 2005-2006 y 308 (una tasa de 42.85 por ciento por cada cien mil habitantes de los 405 descubiertos en la provincia, lo que denota la tendencia al crecimiento en el municipio.
Aparte: los municipios de Santiago, Villa González y el distrito municipal de Pedro García reportan la mayor tasa de casos registrados de leptospirosis.

