Respirar para salvar

No sé a ti, pero a mi en la escuela nunca me hablaron de la importancia de la buena respiración para tener mejor salud, ni para manejar mejor las emociones ni para nada. En la universidad tampoco. Lo natural y cotidiano lo hacemos tan automático, que olvidamos detenemos a observar y valorar en su dimención.

Sané de crisis de ansiedad gracias a la respiración consciente, a ejercicios simples que utilizo cada vez que siento una amenaza de descontrol. Igual mejoré bastante del vicio de la desconcentración, de desaprovechar el aquí y el ahora y de explotar de enojo cuando requiero de la presencia de doña Cordura y madame Prudencia.

Una buena meditación por lo general siempre comienza con varias respiraciones profundas. Respirar profundo es una buena introducción para muchos inicios. Para lograr lo máximo se ofrecen cursos sobre el arte de respirar según lo que precisemos: energía, relajación o concentración. Respirar bien transforma todo nuestro cuerpo, calma el dolor, alivian las penas y puede ser determinante para ganar o perder una competencia y hasta para evitar asesinatos. Una pena que los accidentales no siempre le damos la importancia que desde siglos le dan los orientales en prácticas como el yoga, con movimiento del cuerpo en sintonía con las expiraciones y las inspiraciones.

Nos toca tomar una decisión rápida? respiremos profundo primero. Practiquemos técnicas para sanarnos, para no matar de pena o dolor a los que amamos. Respirar nos mantiene vivos, respirar bien nos hace más sanos y felices. marilei@hotmail.com.

Por: Mary Leisy Hernández