Arte dominicano en casa
La Paz, Boliva. El arte dominicano viaja conmigo donde quiera que vamos y adorna las paredes de las diferentes casas en las que nos ha tocado vivir en diferentes países.
Buena manera de disfrutar desde lejos, de la calidad de los artistas de mi patria. Pero igual, de sentirme cerca de los míos, aunque los temas que abordan las obras, poco o nada tengan que ver con paisajes típicos dominicanos y otras escenas emblemáticas.
Me resulta de gran placer cuando recibo visita, poder mostrar las obras de mi patria y de camino, hablar de la pintura y el arte en República Dominicana.
También, de la dominicanidad y de elementos muy característicos del dominicano. Cada obra tiene una historia muy particular, según la manera en que la adquirí.
Nuestra pequeña colección es para mi un tesoro y no por el precio, sino por el valor sentimental. Tenemos obras del maestro Roberto Flores, de Julio Susana, Bidó, Juan Bravo, Valentin Acosta, Dalis Jaquez y otros reconocidos y no tan reconocidos.
A estas obras la acompañan artesanía típica dominicana como las réplicas de los Taínos en cerámica de los Hermanos Guillén, las tazas y platos con fotos de pinturas de conocidos artistas dominicanos, o la batea o higuero, con imágenes campesinas.
Completan nuestra pequeña colección, las obras de diferentes países en los que hemos vivido o visitado. Esto constituye para mi, uno de los elementos materiales más apreciados de todo lo que tenemos en nuestra casa rodante que ahora está en Bolivia y mañana aun no sabemos. Marilei@hotmail.com