La nominación de Marco Rubio como secretario de Estado de los Estados Unidos en el Gobierno de Donald Trump representa un rayo de esperanza sobre el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas de su país y República Dominicana. Su trayectoria como legislador es el mejor aval.
Aunque la ausencia de un embajador estadounidense aquí no ha planteado la menor crisis es posible que tras su llegada al cargo se remueva cualquier tipo de obstáculo en ese sentido.
Rubio, senador de Florida, ha sido un defensor de este país frente a acusaciones injustas como la de racista o discriminar a los inmigrantes haitianos, además de cultivar estrechas relaciones con el presidente Luis Abinader.