Con la crisis interna de Estados Unidos, la formación de los BRICS y la innegable derrota del G7 y su brazo militar,OTAN en la guerra de Ucrania, la humanidad entra a una nueva fase histórica: fin de un modelo societal hegemónico por cerca de quinientos años y consecuentemente inicios de un Nuevo Orden Mundial, aunque el viejo orden se resiste a desaparecer, a morir y el nuevo ordenamiento económico-social mundial no termina de nacer.

Vivimos un momento histórico que se caracteriza por el evidente deterioro de los principales indicadores de la economía del país que ha sido hegemónico en el Orden que agoniza. La historia enseña que la fortaleza de tales indicadores ha sido la base de todo imperio en auge, en tanto que las crisis de su economía siempre han marcado procesos de declive.

Cuando se han presentado crisis en sus estructuras productivas, déficits en el comercio, perdida de influencias de su moneda y ha menguado sus influencias político-culturales, por igual entran en crisis su modelo político interno y se acelera la crisis de hegemonía que anuncia la caída del viejo Imperio. Los casos de Roma, Bizancio y Holanda, está última sustituida por Gran Bretaña y esta a su vez por Estados Unidos, sirven para ilustrar el significado de la articulación de esos factores de crisis.

La situación productiva, comercial y la inestabilidad interna de Estados Unidos la hacen cada vez menos competitiva a nivel internacional, su deuda externa sobrepasan el 130% del PIB, en tanto que sus gastos militares han ido en ascenso y hoy son mayores que los de Rusia, China, Gran Bretaña y Francia.

Además la amenaza de una nueva crisis bancaría está latente y no obstante sigue con la política del salvataje a banqueros irresponsables que han vivido como reyes, malgastando los depósitos de los ahorrantes, sin que por eso reciban sanción alguna, por lo que la factibilidad de caer en otro corrido semejante al de 2008 y estar en no pago de los compromisos internos y externos aumenta y sigue creciendo la burbuja financiera, todo lo cual da cuenta de que la economía del imperio está en pronósticos reservados.

A la situación económico-social en franco deterioro hay que agregar la profunda división política de esa sociedad que navega entre quienes señalan a la clase gobernante de la actual situación y quienes aún no comprenden su alcance. A la par, crece el malestar al interior de los grandes partidos sistémicos. Hay pues suficientes evidencias para sostener que hay crisis de legitimidad y ello es catastrófico.

Otro importante factor a señalar es la rebelión de América Latina contra los manejos arbitrarios de las relaciones bilaterales de Estados Unidos con la región. Esta se expresa de varias formas: amplias solicitudes de ingreso al bloque de los BRICS, agrupación de naciones que encabeza la alternativa a la hegemonía de EU y G-7; la inoperancia de la Organización de Estados Americanos, OEA; y, las votaciones masivas en las Naciones Unidas contra las posturas del Imperio: y el respaldo masivo de los gobiernos regionales al Consejo de Estados Latinoamérica y del Caribe, CELAC, lo mismo que el innegable incremento de los lazos comerciales con China y Rusia.

Enfrentando al poder unipolar.

Tras quedar como único poder hegemónico, en 1991 Estados Unidos continuó trabajando en todas las áreas para hacer del Siglo XXI otra centuria de predominio de su modelo económico estilo de vida y dominio mundial. Trabajó para revalidar su dominación, superar sus problemas domésticos y esencialmente para volver a hacer a EU grande. Para tal propósito privilegiaron la imposición de criterios militares a nivel planetario, continuaron con la expansión de la OTAN en torno a Rusia, consolidaron el dólar como moneda de intercambio comercial único y acentuaron su dominio cultural e ideológico.

Desde la histórica fecha en que se disolvió la Unión Soviética, acentuaron el unilateralismo y llegaron a justificar todas sus políticas exteriores ignorando y violando la Carta Fundacional de las Naciones Unidas que norma las relaciones entre las naciones desde 1945.

Estados Unidos lucía poderoso, pero, su poder se imponía por la coerción y la violencia, nunca por el consenso y siempre violentando resoluciones aprobadas en las entidades multilaterales.

Al violar la legalidad internacional asumía manos libres para bombardear países, invadirlos, cambiar sus regímenes y apropiarse de sus recursos. (Irán, Yugoeslavia, Yemen, Libia, Irak y Siria) e imponer sanciones antojadizas

Esas imposiciones descansaron siempre en el indiscutible aparato militar que cubre más de 85 países donde tienen bases militares que permiten desplazarse rápidamente hacia todos los lugares, Disponen de cárceles clandestinas, sofisticados dispositivos de vigilancia, que aplican a sus aliados, despliegue de flotas en todos los océanos y mares, comandos aéreos a lo largo y ancho del planeta y comunicación y vigilancia satelital global.

A lo anterior hay que sumar el espionaje por cable, a través de Google y otras plataformas, drones y 16 agencias que integran su comunidad de inteligencia. Sin olvidar las sanciones financieras arbitrarias, usando el dólar como medio de chantaje, gracias a controlar el sistema bancario (SWICH) que regula las transferencias, las tarjetas de créditos y los pagos de banco a banco.

Ese sistema agrupa a más de doce mil entidades, tiene su sede en Bruselas y es gerenciado para responder a los caprichos de EU, lo que explica las restricciones a Cuba, Venezuela, Irán y Rusia, así como a las empresas que desobedezcan las órdenes y las sanciones emanadas desde Washington

El Imperio ha estado haciendo gala de su omnipoder, con todos los medios a su alcance, en series televisivas de coberturas mundiales, donde se transmite el estilo norteamericano de vida y se ridiculiza al resto de la humanidad como terroristas, inservibles y carentes del mínimo sentido humano.

Todo el formidable desarrollo científico -tecnológico alcanzado en los últimos 50 años ha sido puesto al servicio de la lógica para crear conflictos y guerras que han sembrado el caos internacional, como es constatable desde 1991 hasta hoy.

En el esquema mundial de reproducción de la imagen civilizatoria de occidente, Estados Unidos cuenta como aliado estratégico al poder mediático, constituido por la gran prensa ly Hollywood, ligados al poder económico. Ellos desempeñan eficazmente labores de ideologización masiva. Basta recordar la cadena noticiosa CNN transmitiendo la infame acusación de armas de destrucción masiva en Irak y luego la ocupación militar que dejó más de un millón de muertos, tres millones de desplazados y la destrucción del país donde nació la civilización, con una conducta esquizoide de absoluto desprecio por la vida y la cultura.

Pero los factores de crisis al interior del imperio y el tránsito hacia un nuevo modelo multipolar que privilegie una nueva arquitectura de paz, ponga los avances científicos al servicio de redimir la humanidad de la pobreza y fomente la educación, la salud y la soberanía de las naciones, se vislumbra en el horizonte histórico si logramos derrotar la locura de una guerra termo-nuclear pregonada por neoconservadoras fanatizados enemigos de la humanidad.

Por: Dantes Ortiz Núñez / danteortiz1957@gmail.com