A raíz del asesinato de Rafael L. Trujillo, la mayoría de sus parientes, particularmente su viuda María Martínez, sospecharon de la posible participación intelectual del doctor Joaquina Balaguer en el complot. Ese sentimiento cobró fuerza luego del discurso que pronunció el gobernante a principios de octubre de 1961 en la asamblea de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York, donde cuestionó el carácter absolutista como el dictador gobernó el país durante 31 años. “En la República Dominicana está naciendo un estado de derecho. El edificio de la dictadura se ha desplomado totalmente y sobre sus ruinas hemos empezado a edificar, con paciencia y sin alardes demagógicos, un régimen fundido en los viejos moldes que nos legaron los fundadores de la República”, expresó Balaguer en su intervención.
Estas y otras expresiones de Balaguer incrementaron las distensiones con la familia Trujillo, al extremo de Petán Trujillo reclutó nuevos grupos de sicarios nacionales y extranjeros para atentar con la vida del Presidente. Mientras esto sucedía, el hijo mayor de Trujillo y hombre fuerte del momento, Ramfis Trujillo, celebraba reuniones continuas con su asistente y asesor principal, el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, analizando el comportamiento pasado, presente y futuro de Balaguer para con ellos. Ramfis, que favorecía la presencia de Balaguer en el poder, llegó a distanciarse de su madre doña María y de no volver a cruzar palabras con sus tíos Negro y Petán.
Como parte de su fobia contra Balaguer, cinco días después del discurso del gobernante en las Naciones Unidas, desde su nueva morada en Paris, María Martínez envió a su hijo mayor la carta que se transcribe a continuación:
“Aprovecho la oportunidad de Víctor (García Sued) para comentar sobre el discurso. El (Balaguer) fue a las Naciones Unidas a ponderarse, ahora quiere aparecer como un héroe libertador de la República y así conquistar las simpatías de los países europeos y así dificultar cualquier reconocimiento a otro gobierno que no sea el de él. El que le sugirió la idea tampoco es amigo, ni lo fue de tu padre y lo hizo de mala fe y contra el Partido Dominicano.
“Cuando me hablaron del viaje ( de Balaguer a las NU) suponía lo que iba a pasar, pero no tuve oportunidad de avisarlo. De antemano se sabía que nada se iba a conseguir. Si los E. U. no están por levantar las sanciones: ridículos y más ridículos, es todo lo que se ha logrado. Así fue cuando aconsejaron a tu papá de que mejor renunciara como presidente. ¿Recuerdas que me opuse?. ¿Qué se consiguió?. Siempre será lo mismo. ¡El fuerte es fuerte!. Ya nada me sorprende, ya nada espero de nadie!. Si tu papá me hubiese prestado atención nada hubiera pasado ni él hubiese tampoco perdido la vida.
“Mas insultante no puede ser el discurso. Treinta años de terror, pero en esos treinta años él (Balaguer) fue el mejor cooperador de ese gobierno al cual acusa y tuvo oportunidad brillante de renunciar, puesto que ocupó puestos en el extranjero. Debemos hacer un “libresito” de sus discursos para que así lo puedan juzgar a él, quien era el presidente de la República cuando nos sancionaron en Costa Rica. Tu papá ni siquiera tenía un sueldo del gobierno, era simplemente el jefe del poderoso Partido Dominicano y generalísimo honorario.
“El acusa y recalca que fuimos bien sancionados, quiere decir: que él tenía las pruebas que faltaron para poder comprobar los hechos de los cuales se nos acusa. ¡Dios perdone tanta traición, tanta ingratitud, tanta maldad! Que te sirva de experiencia todo cuanto has visto en tus amigos que se consideran más fieles y obligados. El que ahora traiciona es porque ya había traicionado a tu padre, no hay duda. Yo quisiera tener un temperamento diferente y poder cambiar como cambia el viento; pero es difícil cuando se tienen principios morales arraigados en nuestro ser. Tu madre”.
«Ya buscaron su apoyo en las Naciones Unidas y deben tenerlo en la OA. Ahora podrán destruir al Partido Dominicano y formar la cacareada coalición con la Unión Cívica, el 14 de Junio, etc. El que no sepa leer, encontrará justificado los errores del discurso. ¿De qué fuerza es que habla; que no le permite democratizar?… ¿Y qué dicen los estimados amigos Mercado y los otros y el turbulento Demorizi y Marcos Gómez, Rubirosa?.. Temo que te traicionen a tí. La buena fe no cuenta en estos tiempos. Te besa, María».
POR: POR CHICHI DE JESUS REYES