POR: Juan Taveras Hernández
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El Partido Revolucionario Dominicano Mayoritario está dando grandes demostraciones de fuerza en todo el país. Sus principales líderes reciben el respaldo entusiasta de viejos y nuevos militantes de esa corriente que hoy cuenta con más del 90 % de simpatía del viejo y aniquilado PRD que lidera Miguel Vargas por obra y gracia del gobierno a través del Tribunal Superior Electoral que ha emitido 30 sentencias a su favor.

Como he dicho antes, el PRD Mayoritario, unido a otras organizaciones para formar la Convergencia Democrática, se convertirá en la principal fuerza política del país, capaz de arrebatarle el poder al Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados del PRD Minoritario (6 %) de Miguel Vargas.

Los que apuestan al conflicto Hipólito-Luis por la candidatura presidencial quedarán sorprendidos cuando ambos, de manera armónica y democrática, permitan que sean las bases las que decidan las distintas candidaturas, no solo la presidencial.
La Convergencia no será una suma de fuerzas políticas para llegar el poder; el gobierno que surja propiciará grandes transformaciones sociales y lucha contra la corrupción llegando a la expropiación de los bienes que se comprueben sean resultado de acciones fraudulentas.

La Convergencia liderada por el PRD Mayoritario llevará los mejores hombres y mujeres a los puestos congresuales y municipales con el compromiso de hacer cumplir el programa de gobierno que debe incluir una Constituyente para elaborar una Constitución democrática, que garantice los derechos de todos, no de una parte de la sociedad.

Nada puede desviar la atención de los dirigentes del PRD Mayoritario y de los demás miembros de la Convergencia. No hay nada que discutir ni negociar con el sector de Miguel Vargas. Es perder el tiempo. Además con traidores no se negocia.

Lo que sí puede hacerse, sin detener los trabajos de unidad y consolidación de la Convergencia, es apoyar a Guido Gómez Mazara en su propósito de alcanzar la presidencia del PRD, porque solo con los recursos del Estado y el fraude, Miguel se puede imponer. Si Guido gana, la unidad será un hecho en el PRD, pero si le roban la Convención, como es el plan, el seis por ciento de Miguel se reducirá a un dos o tres por cierto. Es decir, Miguel pierde como quiera. Y el gobierno no importará lo que digan o hagan el TSE y la JCE, cuyos jueces, dicho sea de paso, tendrán que ser sustituidos o ampliados porque con ellos serán imposibles unas elecciones libres.

Mientras los líderes del PRD Mayoritario encabezados por Hipólito Mejía y Luís Abinader caminan libremente todo el territorio nacional, recibiendo el respaldo de millares de dominicanos, Miguel está escondido en un bunker protegido por guardias y policías armados hasta los dientes.