El embajador de Haití en República Dominicana, Fritz Cineas, posee calidad y autoridad para aconsejar que por sobre los problemas que puedan aflorar, se resalten aspectos positivos de unión, armonía, cooperación y concordia entre los dos países.
Cineas es un diplomático de carrera, cuya gestión se caracteriza por la moderación, sensatez y denodado esfuerzo por mantener en alto sitial los nexos dominico-haitianos, aunque es inaceptable su criterio de que desde la prensa “se pretende seguir envenenando a la gente con noticias negativas”.
Es difícil creer que la tercera ronda de diálogo bilateral haya sido pospuesta en cinco ocasiones solo por problemas logísticos, por lo que el embajador debería darle aquiescencia a la sospecha o temor de que estén motivadas porque aún no se envía al Congreso el proyecto de ley de naturalización.
Aun así, se recibe como buena y válida la reafirmación del doctor Cineas, de que su país respeta las decisiones soberanas del Gobierno dominicano sobre la regularización de los inmigrantes, aunque sería mucho mejor que se reflejara más contundentemente en los hechos.
La noticia sobre la firma de acuerdos entre los dos países sobre salud, comercio y turismo ha sido destacada muy ampliamente por la prensa dominicana, lo que contradice el criterio del diplomático de que los periodistas locales insisten en envenenar a la gente con noticias negativas.
El embajador haitiano debería entender que a los medios de comunicación les asiste compromiso y derecho de divulgar informaciones tildadas de negativas, como las cinco suspensiones de la tercera ronda de diálogo con Haití o su última degradación a simple reunión ministerial.
No es posible ignorar que tales posposiciones coinciden con las expectativas que dentro y fuera de República Dominicana ha suscitado el posible contenido del proyecto de ley sobre naturalización especial, que en ningún modo debería colisionar con la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional, aunque se parte del criterio de que Haití respeta las decisiones soberanas del Gobierno dominicano, que por su lado está compelido a defenderlas.
El embajador Fritz Cineas es un digno representante de la diplomacia haitiana, cuya misión se interpreta como la más relevante señal de que el Gobierno de Haití desea también promover relaciones basadas en la cooperación y la concordia.
El Nacional
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