Después del Estado dominicano invertir más de 200 millones de dólares, desde el 2005 hasta la fecha, en busca de una solución medioambiental, social y económica que redundaría en beneficio de los habitantes del entorno de esta cañada, el problema persiste como lo muestra esta foto tomada ayer, debido a que la gente aún no adquiere conciencia sobre el daño de convertir en basurero este desagüe natural.