Editorial

Hasta ahí nomás

Hasta ahí nomás

La reunión que encabezó ayer el presidente Luis Abinader con el Gabinete de Salud y otros funcionarios, que se prolongó por casi siete horas, representa una clara señal de que el Gobierno reconoce la gravedad de la crisis sanitaria, por lo que dispuso a partir de mañana un toque de queda desde las 6:00 de la tarde y los fines de semana desde las 3:00.

Las resoluciones consensuadas en ese encuentro son difundidas hoy por la prensa y objeto de la mayor atención en las redes sociales, pero lo que debería destacarse es que las autoridades parecen haber comprendido que se requiere aplicar medidas de mayor alcance para contener la covid-19.

El Gobierno pudo lidiar en líneas paralelas y con relativo éxito con el control del coronavirus y el proceso de recuperación de la economía, pero se ha llegado a un punto de confluencia en el que no parece posible afrontar la pandemia sin afectar la económica.

La prolongación del toque de queda en 24 provincias y el Distrito Nacional tendrá vigencia por una semana porque las autoridades rehúsan aplicar un confinamiento más prolongado, como han sugerido gremios y sociedades médicas, en el entendido de que afectaría los planes de reactivación económica.

Aun con esa señal de mano dura, el recetario oficial parece centrarse en avanzar en el proceso de vacunación y convencer a la ciudadanía de respetar el protocolo de prevención pandémica, consistente en el uso de mascarilla, lavado de las manos y distanciamiento social.

Llama la atención que en redes sociales y medios de comunicación convencionales se promueve la idea de que el Gobierno disponga que vacunarse sea una condición obligatoria, lo que supondría una grave violación al derecho de cada quien de querer o no inocularse.

Poder Ejecutivo o el Congreso violarían la Constitución si aplican cualquier instrumento administrativo o jurídico para compeler a la gente a vacunarse contra la covid-19 o cualquier otra enfermedad, aunque es su deber promover o motivar a que todos se inmunicen contra el coronavirus.

Para recuperar el espacio perdido o dispendiado en el proceso de contención de la pandemia, se acoge como válida la ampliación del toque de queda, aun sea por una semana, sin obligar a vacunarse, sino convencer a la ciudadanía de la imperiosa necesidad de cumplir con ese deber sanitario, así como observar de manera irrestricta el protocolo de prevención de ese virus y de todas sus variantes. Hasta ahí nomás.

El Nacional

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