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Historia oculta de Fidel Castro

Historia oculta de Fidel Castro

Dedicatoria a Negro Veras. Afectos siempre.

Con el título de este trabajo, la periodista norteamericana Georgie Anne Geyer, tituló su libro, pormenorizando la inconclusa batalla del comandante Fidel Castro por una sociedad nueva, pretendiendo globalizarla, el último que reservé leer, intentando presentar al mundo, la inédita epopeya, tesis de muchos, que suscribo, concerniente al líder americano más trascendente del siglo XX.

Antes adentrarme analizar libro afamada periodista y escritora que fue Georgie Anne Geyer, publicado por Litografía e Imprenta Lil, S.A, San José, Costa Rica, 1991,fallecida el 15 mayo de 2019, 84 años, por neumonía y cáncer lengua, confieso haber leído infinidad artículos suyos, matriz Chicago Daily News, idéntico luminosa escritora panameña Gloria Guardia, años 70 y siguientes siglo XX.

Las biografías más famosas y profesionalmente descriptivas de la revolución cubana, la única perdurable en América Latina siglo XX, del inmenso historiador británico Hugh Thomas, y brillantes periodistas Tad Zulc y Carlos Franqui, abordaron con exacto espíritu investigativo y correcta interpretación a Fidel Castro y su empinado trayecto revolucionario.

No acontece así con biografía señorita Geyer sobre Fidel Castro, nunca se casó, nunca se reveló un o una amante, interpretando el autor, que la trascendente periodista y escritora, permitió que le ganaran los soterrados e irrefrenables demiurgos de su personal odio al biografiado, que el diapasón de desentrañar la verdad en torno al personaje.

O igualmente soterrado, una no declarada, pero claramente deducible atracción masculina por la biógrafa con el biografiado.

La pasión y mérito supremo de un periodista y un escritor, consiste presentar desnuda de pasión, la cruda verdad de un hecho, siempre a título de riesgo personal.

No es el caso de Geyer, asomando al recuerdo, por su extraordinario parecido, a Jan Valtin en su obra La noche quedó atrás, donde el tema central de la obra consistió en desacreditar al comunismo y fascismo, típica obra por encargo de la CIA, y bendecir el hegemonismo capitalista.

También al eximio escritor Víctor Hugo, en su formidable libelo Napoleón el pequeño, monumental diatriba contra Napoleón III, en venganza por el emperador negarle la cartera ministro de Educación.

La señorita Geyer entrevistó cuatro veces a Fidel, y en esos conversatorios, en vez de ampliarlos reseñando el acerado perfil revolucionario del entrevistado, prefirió decantarse por los sinuosos e inefables vericuetos de crónica rosa, chismorreo vida privada y marital del entrevistado, Celia Sánchez, Mirta Díaz Balart, su primera esposa, Naty Revueltas, Marita Lorentz, pretendiendo presentarlo como un latin lover, como una Lowella Parson más.

Tildó de ladrón, solo amparada por la bocina del exilio, moviendo de noche cercas de su finca, a Ángel Castro, padre de Fidel, y a su madre Lina Ruz, maldiciendo a su hijo por quemar su cañaveral, política de tierra arrasada derrocar dictador Fulgencio Batista, preconizada por el generalísimo Máximo Gómez.,

La señorita Geyer omitió el rigor de los hechos explosión acorazado Maine el 15 de febrero de 1898, surto en el puerto de La Habana, pretexto perverso conectado con la geopolítica de su país, para apropiarse de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam, aniquilando el cinco veces centenario imperio español, guerra barcos españoles de madera, contra navíos acero norteamericanos.
Ahí, pecó de deshonesta.

Geopolítica perversa repetida por su país en Pearl Harbor 7 de diciembre de 1941, pretexto ingresar II Guerra Mundial, consiguiendo superar el gran crack económico de 1929, el famoso viernes negro de Wall Street.

Intrigante, especula factura Fidel desaparición Camilo Cienfuegos misterioso accidente avioneta, y deshacerse del Che Guevara enviándolo guerrillas Angola y Bolivia, apresado por contingente Green Berets, fusilado escuela Vallegrande por sargento José Terán, y la intriga aberrante, sin pruebas, Fidel denunciar Frank País a policía batistiana, por axioma de un patio no soporta dos gallos.

Geyer entrevistó decenas anti castristas, inclusive al periodista José Pardo Llada, residente unos años en RD, quien supuesto confió:

“Fue posible que Fidel no hubiese ordenado liquidar a Camilo, pero ciertamente, no sintió su muerte”, página 184, esparciendo suspicaz nebulosa especulativa.

Fidel Castro en gran manera, fue, y será, un auténtico revolucionario, conforme señorita Geyer describió, desbrozando los abrojos que cortejan la andadura de un revolucionario íntegro, que puede aducirse erró en su planeamiento revolucionario en su terruño, y en internacionalizar la revolución en Africa y América Latina, pero su genuina pasión por los irredentos, jamás podrá cuestionarse.

Ahí estriba la grandeza revolucionaria de El Patriarca de las guerrillas.
El ilustre historiador Thomas, periodistas respetables, Pardo Llada, Zulc y Franqui, y hasta la propia señorita Geyer, entendieron y expresaron al unísono, que trataban a un revolucionario inédito.

Con lagunas en proceso revolucionario de Fidel Castro, como ser humano que fue, los dominicanos reconoceremos su singular estirpe revolucionaria.

Y agradeceremos por siempre, el amor del comandante del Granma y Sierra Maestra por los dominicanos, intentando personal combatir al dictador Rafael Leónidas Trujillo, enrolándose en la abortada expedición de Cayo Confites, 1948.

Y apañar las expediciones libertarias del 14 y 19 junio 1959, fracasadas por superioridad militar y ausencia de conciencia política.
Pero fue el trueno divino que despertó la aletargada y prisionera conciencia política dominicana.

Por: UBI RIVAS
ubirivas30@gmail.com

El Nacional

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