Comprendiendo a la gran Madame de Stael, al decir: El único acto de la vida que alcanza siempre su objetivo, es el cumplimiento del deber. El licenciado Víctor (Ito) Bisonó Haza acaba de ofrecer un gesto noble de responsabilidad, a tono con su conciencia y dictado de la moral congresual.
Es Huellas de una Gestión, Memorias 2006-2009, que simboliza una rendición de cuentas de su labor como diputado por el Distrito Nacional, digno representante.
Esta obra, bien diseñada, detalles y perfiles elocuentes, constituye, no solo un especial mensaje a la dominicanidad, sino una jurisprudencia congresual, como lo han hecho muy pocos representantes del Tercer Poder del Estado, siendo Bisonó la gran excepción.
En solemne acto, en un hotel de esta ciudad, con nutrida concurrencia, un discurso vehemente del honorable rector de la Universidad Católica y Tecnológica del Cibao, Monseñor Fausto Mejía, quien con un verbo fluido, estremece a los presentes refiriendo conceptos y pensamientos de importantes hombres de la humanidad, elogió la acción del autor y la importancia para la sociedad dominicana.
Y así, diáfanamente vestido, escala el podio Bisonó Haza, volviendo a conmover a los visitantes allí, lee la presentación de Huellas de una Gestión.
Por segunda vez, dando a conocer la génesis de su valiosa labor, desde diversas perspectivas, marcando un hito en los anales de su misión, siendo delirantemente aplaudido y felicitado, envuelto en un murmullo de emociones, por tan encomiable y valiosa iniciativa que debía ser realizada por todos los legisladores.
En el diputado Ito Bisonó convergen una serie de expectativas, porque definir la generosidad no es sencillo y por eso David Isaacs expresa que es la educación en las virtudes humanas, consistente en actuar desinteresadamente a favor de las personas, con alegría y teniendo en cuenta la utilidad y necesidad de la aportación o el mensaje, aunque cueste esfuerzo.
El Eclesiastés, capítulo 11: 2, dice: Comparte lo que tienes lo mas que puedas, el licenciado Víctor (Ito) Bisonó Haza trasciende y sigue postulado, aduciendo en su discurso: Insistimos en que la Nación necesita dirigentes políticos que entiendan de una vez y por todas que fueron votados para servir a la ciudadanía, que a ella se deben y a ella tienen que rendir cuentas.
Cicerón refería que el poder ser generoso, es ciertamente, el fruto mayor de la riqueza. Este precepto se enmarca en la vida y actitudes de Ito Bisonó, porque aquéllos que realmente, como él, han hecho algo que ha valido la pena a favor de los demás, han sido los seres más generosos, pues lo menor que puede existir en la vida de los humanos es la entrega al deber y a esa generosidad y el amor, a pesar de que siempre existen ingratos y perjuros, con nombres y apellidos.
A Ito Bisonó, promesa de la República Dominicana, le esperan mejores días para continuar su obra, ya que está investido de fuerza moral para convertirse en algunos años en fuerte candidato a la Primera Magistratura Nacional y así proseguir escribiendo nuevas Huellas de una Gestión.
¡Bienaventuranzas del alma, Ito, enhorabuena, porque así se hace patria!