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Identidad política

Identidad política

José Antonio Torres

Tras la salida del escenario político del país de José Francisco Peña Gómez, Juan Bosch Gaviño y Joaquín Balaguer Ricardo, los partidos políticos dominicanos asumieron otras identidades con estructuras que no canalizan las demandas sociales o no lo hacen satisfactoriamente.

Después de esto, el liderazgo político emergente, izquierda y derecha se encargó de “asesinar” las ideologías para encumbrarse en la buena vida y disfrutar de las mieles del poder, sin importar quien lo ejerza.

Quién se imaginaría a los Vincho defendiendo al PRM, que son peñagomistas de pie a cabeza, a Minou cargando la candidatura de Leonel, y quizás a Danilo también en su momento.

Sin duda que a partir de enero el país entrará a un proceso de crisis de identidad entre los políticos del patio.

Basta recordar que la deficiencia de identidad ocurre cuando una persona tiene dificultad para tomar decisiones importantes. La persona rechaza valores u objetivos, y fomenta sentimientos resultantes de la inseguridad y el vacío. Son muy sensibles a la influencia de otras personas.

El conflicto de identidad es una incompatibilidad entre dos o más aspectos. Este tipo de crisis a menudo se produce durante los períodos en que uno se ve obligado a tomar decisiones difíciles de la vida.

Después de analizar estos fenómenos podemos concluir en que la identidad de un político se desarrolla a partir de una combinación de factores, incluyendo experiencias, relaciones con los electores, percepción de la realidad de la sociedad en que vive, incluyendo costumbres, moral y valores sociales.

Muchas veces, la identidad puede afianzarse firmemente sobre características para las cuales las personas no tienen control real, como los niveles socioeconómicos de los electores.

En todos los casos, la identidad se forma a través de un proceso de socialización con la gente, donde el candidato o individuo debe tratar de encajar dentro de ese orden social.