Editorial Opinión

Injustificable asalto

Injustificable asalto

La irrupción en la embajada de México ordenada por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa para sacar por la fuerza de la legación diplomática al ex vicepresidente Jorge Glass, constituye un hecho escandaloso e injustificable, que violenta el derecho internacional y ofende a los principios democráticos de América Latina.

En ningún caso se justifica que un gobierno vulnere la soberanía de otro Estado, como ha ocurrido con la invasión de policías ecuatorianos a la sede mexicana en Quito, donde también maltrataron físicamente al jefe del gabinete de esa legación.

México había otorgado asilo político a Glass, quien se refugió en la embajada azteca para evadir una orden de arresto para el cumplimiento de una sentencia judicial por alegados actos de corrupción, por lo que el asalto a la embajada mexicana vulnera la Convención de Viena, de 1961, sobre inviolabilidad de las legaciones extranjeras.

La comunidad internacional, incluida Naciones Unidas (ONU) y Organización de Estados Americanos (OEA), ha condenado ese atropello del que se responsabiliza al presidente Noboa, quien con esa deplorable acción colocó patas arriba a la democracia de esa nación y en vergüenza al continente.

Ha hecho bien el gobierno dominicano en censurar junto a Costa Rica y Panamá el ataque contra la embajada de México en Ecuador, un acto bochornoso, propio de dictaduras o de gobiernos represivos que no respetan derechos ciudadanos ni los preceptos jurídicos que norman la convivencia internacional.

El gobierno ecuatoriano alega que irrumpió en la embajada de México para dar cumplimiento a una orden de arresto contra Glass, sin exponer sus alegatos ante jurisdicciones arbitrales internacionales porque, conforme a la Convención de Viena, “corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución”.

Corrientes políticas sostenidas en intolerancia y represión se expanden por América Latina, al amparo de democracias endebles y de dilatadas crisis económicas y sociales que han tenido su asiento en la injusticia social e inequidad económica.

México se hace hoy merecedor del respaldo y solidaridad del mundo democrático ante la injustificada agresión contra su soberanía perpetrada por un gobierno, como el que rige hoy los destinos de Ecuador, que al parecer no entiende ni una sola palabra de lo que significa democracia y convivencia internacional.

El Nacional

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