Aunque puedan ser mínimas las posibilidades de destituirlo, el presidente estadounidense Joe Biden tiene que prepararse para el juicio político aprobado por la Cámara de Representantes. La votación fue de 221 votos a favor del impeachment y 212 en contra.
Los republicanos tienen en su punto de mira los supuestos negocios de la familia Biden con países como China, que consideran adversario de Estados Unidos.
Los legisladores opositores critican que la Casa Blanca bloquea testimonios importantes sobre las supuestas relaciones comerciales de la familia Biden con países que consideran enemigos.
E incluso acusan al presidente Biden de tráfico de influencia en beneficio de su hijo Hunter, quien tiene abierto varios juicios.
El proceso pone de manifiesto que la oposición está decidida a jugarse hasta la última carta no solo para inhabilitar a Biden, sino para despejarle el camino al expresidente Donald Trump. Pero resulta que también Trump sortea múltiples obstáculos judiciales, que no se sabe si podrá superarlos.
Biden consideró lamentable que los republicanos, en vez de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los estadounidenses,