Opinión Editorial

Muy en serio

Muy en serio

El senador del estado de la Florida, Marcos Rubio,  afirmó ayer que la administración del presidente Joe Biden, “ha instado  para que República  Dominicana acepte en su territorio a tres millones de haitianos, rimbombante denuncia que motiva gran preocupación en la colectividad nacional.

Lo que ha dicho el influyente legislador Es que Washington pretendería  que una cuarta parte de la población haitiana se asiente en territorio dominicano, lo que resulta exagerado, porque sería como unificar la isla, que en ese caso se hundiría.

Lo más grave en lo dicho por el senador Rubio ha sido que  esa supuesta presión  de Estados Unidos contra el gobierno dominicano estaría influenciada por Amnistía Internacional, entre otras instituciones, que define como “grupos radicales de izquierda.”

Es posible que la denuncia  del senador Rubio, de que la administración Biden presiona a República Dominicana para que acepte  a millones de inmigrantes haitianos, se refiera a algún plan a largo plazo, lo que si tiene sentido, porque esa ha sido una intención manifiesta

Tiene razón el influyente legislador al señalar que esa supuesta presión ejercida por Washington contra Santo Domingo es injusta porque este es un país con recursos limitados, donde más de un tercio de todos los nacimientos son de parturientas haitianas.

Amnistía Internacional se ha convertido en verdugo del gentilicio nacional al que desde hace años flagela con la infamia de que República Dominicana dispensa un trato racista contra descendientes de haitianos

Esa agencia de Naciones Unidas (ONU) pretende que el gobierno suspenda las repatriaciones de indocumentados y permita el ingreso de haitianos que soliciten asilo, por lo que su mención en la denuncia del senador Rubio pone los pelos de punta.

Marcos Rubio (R-Florida) es uno de los miembros más influyentes del Congreso de Estados Unidos, por lo que su afirmación de que la administración del presidente Biden presiona para que el gobierno abra  de par en par la frontera con Haití, debe tomarse muy en serio.

El Nacional

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