Santo Domingo.- El año 2025 quedará inscrito en la memoria colectiva de la República Dominicana como uno de los más intensos, convulsos y determinantes de las últimas décadas. Tragedias humanas, escándalos judiciales, episodios de violencia estatal, crisis institucionales y decisiones políticas de alto impacto marcaron una agenda nacional cargada de tensión y reflexión.
La conmoción social comenzó temprano con el caso de la joven Sudiksha Konanki, cuya muerte sacudió la opinión pública y reavivó el debate sobre la seguridad, la violencia y la respuesta del sistema de justicia ante crímenes que estremecen a la ciudadanía.
A este hecho se sumó la tragedia del Jet Set, que dejó víctimas mortales y puso bajo escrutinio las condiciones de seguridad en espacios de entretenimiento nocturno.
Otro episodio que generó indignación nacional fue la muerte de Stephora Anne-Mircie Joseph, así como una cadena de hechos violentos que culminaron con la muerte de al menos cinco personas a manos de agentes policiales en el sector La Barranquita, en Santiago, durante un operativo que desató protestas, cuestionamientos al uso de la fuerza y llamados urgentes a una reforma policial más profunda.
En el plano institucional, el país vivió un apagón nacional que paralizó servicios esenciales y evidenció la fragilidad del sistema eléctrico, mientras fallas masivas en semáforos agravaron el caos vial en las principales ciudades, alimentando el malestar ciudadano.
El ámbito judicial fue protagonista con procesos de alto perfil. La condena de Alexis Medina, marcó un hito simbólico en la lucha contra la corrupción. A la par, el caso Hugo Beras y otros expedientes por corrupción administrativa reforzaron la percepción de un sistema judicial más activo, aunque todavía bajo el escrutinio público.
Uno de los escándalos más sensibles fue la Operación Cobra, que involucró al Seguro Nacional de Salud (Senasa), un caso que estremeció al país por tocar el corazón del sistema de protección social y poner en duda la gestión de recursos destinados a la salud de los más vulnerables.
En medio de este clima, el Poder Ejecutivo promulgó el nuevo Código Penal y el Código Procesal Penal, reformas largamente debatidas que fueron valoradas por sectores como un avance institucional, pero también cuestionadas por otros por sus vacíos y alcances.
En el terreno político, el presidente Luis Abinader protagonizó un hecho inédito al reunirse con exmandatarios dominicanos para pactar un acuerdo de colaboración frente a la crisis migratoria, enviando una señal de unidad nacional en un tema históricamente sensible. Esta decisión marcó un punto de inflexión en la forma de abordar desafíos estructurales del Estado.
El año también estuvo marcado por fenómenos naturales, como la tormenta Melissa, que dejó daños materiales, comunidades afectadas y volvió a poner en agenda la vulnerabilidad climática del país.
Finalmente, la implementación de las nuevas cédulas de identidad y electoral representó un cambio institucional de largo alcance, con impacto en los procesos democráticos y en la modernización del Estado.
El caso de Wander Franco también marcó el pulso judicial y social del año, al mantenerse en el centro del debate público por las graves acusaciones que enfrenta el estelar pelotero dominicano, cuya carrera en las Grandes Ligas quedó prácticamente paralizada.
El proceso, seguido con atención tanto en República Dominicana como en Estados Unidos, reabrió discusiones sobre abuso, responsabilidad penal, uso de la fama y protección de menores, además de provocar un fuerte impacto en el deporte nacional. Más allá del ámbito judicial, el caso generó una profunda conmoción social, al derribar la imagen de uno de los ídolos más prometedores del béisbol dominicano y convertirse en símbolo de cómo el éxito temprano no exime del peso de la ley ni del juicio público.
Así, entre tragedias humanas, escándalos judiciales, casos de narcopolítica y decisiones de Estado, 2025 se consolidó como un año de profundas sacudidas y pruebas para la República Dominicana, dejando una sociedad más consciente de sus desafíos y la necesidad de respuestas estructurales.
Fernando Suero
Periodista, catedrático universitario, máster en periodismo digital y de datos; articulista de opinión.
