En todas las campañas a la Presidencia de los Estados Unidos desde que empezara mis escritos siempre he dedicado una nota para escribir a favor de mi candidato predilecto en cada ciclo electoral a modo de transparencia para los lectores, especialmente para los miles de dominicanos que leen la edición digital y física de El Nacional desde los Estados Unidos. Esta vez, y considerando las terribles opciones presentadas por republicanos y demócratas a los electores en las figuras de un Trump autoritario y una cada vez más desacreditada Hillary, deseo abordar la plataforma del candidato a la presidencia por el Partido Libertario, Gary Johnson.
Gary Johnson fue gobernador por dos períodos, desde 1995 hasta el 2003, por parte del Partido Republicano en el Estado de Nuevo México, en aquel entonces un Estado fuertemente demócrata. Al retirarse de su puesto este salió con uno de los índices más altos de popularidad para un gobernador en los Estados Unidos, dejando de tras de sí un superávit fiscal y uno de los mejores records de responsabilidad fiscal en toda la unión.
Siendo gobernador de un Estado como Nuevo México, donde casi el 50% de la población es hispana, este siempre mostró un lado mucho más tolerante a la inmigración que sus pares republicanos.
Como candidato del Partido Libertario este propone un proceso más sencillo y con menos burocracia para la obtención de visas de trabajo y residencia legal, para que inmigrantes no solo accedan a los servicios públicos sin retrancas burocráticos sino para que también estos puedan aportar a los mismos como contribuyentes.
Johnson caracteriza sus propias políticas como fiscalmente conservadoras, buscando establecer un presupuesto equilibrado donde el Estado gaste dentro de lo que recauda, y socialmente liberales, afirmando que no es función del Estado involucrarse en asuntos como el matrimonio o en el cuerpo de la mujer. Más aún, es el único candidato en la competencia que propone el uso de la fuerza militar de los Estados Unidos como un recurso enteramente defensivo, oponiéndose abiertamente al intervencionismo y la guerra en el Medio Oriente.
La boleta incluye como candidato vicepresidencial al otrora gobernador republicano en el muy demócrata Estado de Massachusetts, Bill Weld, quien en su momento fue reelecto con hasta el 70% de los votos por sus logros en reducir déficits, mejorar el empleo y recortar impuestos.
Los posibilidades de ganar para los candidatos del Partido Libertario es remota, dependiendo enteramente de lograr su participación en los debates, para lo que deben obtener 15% de las preferencias en 5 encuestas distintas. Una encuesta reciente de CNN ya los coloca en 13%.
Lo mejor que pueden ofrecer Johnson y Weld para la diáspora dominicana es una alternativa entre Trump y Hillary, no teniendo que conformarse por votar entre el peor de dos males, sino pudiendo elegir una boleta íntegra, honesta y con más experiencia ejecutiva en el sector público que las boletas demócrata y republicana combinadas.
En unas elecciones presidenciales en los Estados Unidos que han ofrecido terribles sorpresas, luce apropiado poner la mira en lograr terminarla con una agradable.