
Diez largas hileras de vehículos dan una imagen clara del problema del tránsito en la ciudad. La fotografía fue tomada en la avenida 27 de Febrero a las 6:19 de la tarde.
Si en días normales los congestionamientos de las vías públicas son uno de los grandes problemas de movilidad vehicular en la capital y muy especialmente en el polígono central, en los últimos 15 días de diciembre de cada año todo empeora debido la activación del comercio para las compras y ventas de mercancías en las navidades.
En esta fecha no hay hora determinada para ver en las calles y avenidas interminables hileras de vehículos que parecen no avanzar, y densas humaredas expedidas por estas máquinas, mientras los semáforos cambian de verde a naranja y luego a rojo sin que haya avance, a pesar de las vociferaciones y el ruido ensordecedor de las bocinas.

En estos lugares agentes la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) sustituyen a los semáforos ante las protestas de uno que otro conductor.
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Estos agentes que se auxilian con conos abren perímetros de carriles en busca de agilizar en tránsito, pero en ocasiones es tal la cantidad de automóviless que los esfuerzos no dan el mejor resultado.
Todos, sin importar clase social, credo, religión o afiliación política, sufren los tediosos “tapones”, pero la realidad es que quienes llevan la peor parte son los pasajeros del caótico transporte público de la capital, quienes deben andar en destartaladas guaguas de las llamadas voladoras o en los incómodos, inseguros, y sucios carros de concho.

Todo el Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo se han convertido en un caos con una ralentización en el transito que consume viarias horas diarias, alterando el comportamiento y el estado de ánimo de las personas que todos los días tienen que vivir este calvario sin que las autoridades del Intrant hayan podido mejorar el problema.
El congestionamiento vehicular no obedece a ningún factor en particular, sino más bien a la combinación de una serie de variables, que aunque actúan de manera independiente, juntas son la causa principal de los interminables embotellamientos, que cada día impactan a la ciudadanía y visitantes a la ciudad Santo Domingo.

De 6: 00 a. m., a 7:00 p. m., el Distrito Nacional se convierte en una metrópolis ya que al concentrar la mayoría de las instituciones públicas (ministerios y entidades) y privadas (plazas comerciales, bancos, empresas y fabricas) de importancia a nivel de empleomanía, y como gestora de documentación de diferentes índoles.
Además es bueno decir que también tiene los hospitales, clínicas, escuelas, colegios y universidades más importantes del país, por lo cual miles de personas y vehículos entran a este territorio trayendo un fuerte movimiento económico, caos y basura.
