Editorial

La gran batalla

La gran batalla

El Mes de la Patria, que se inició con la celebración del natalicio de Juan Pablo Duarte, el 26 de enero, todavía no concita interés o entusiasmo en la escuela ni en la juventud, ominosa señal de que los sentimientos patrios se desvanecen para dar paso a formas de convivencias basadas en la promoción de antivalores.

Las generaciones presentes, definidas por una nueva sociología digital, como los “Baby boomers”, “X” “millenials” y “Z”, no muestran mucho interés en conocer la historia de los procesos de independencia o de la Restauración de la República y, peor aún, los programas de enseñanza son díscolos o desfasados.

En la Era Digital o  “Aldea Global”, la juventud  tiende a  alejarse de su gentilicio en procura de alcanzar un mundo innominado, por lo que no debería  afirmarse que las nuevas generaciones desdeñan lo nacional en búsqueda de un universo ideal, sino que se extravían en un interior difuso marcado por la manipulación tecnológica.

El nuevo colonialismo digital que imponen las grandes metrópolis sobre sus antiguas colonias se basa en debilitar la institución familiar, inyectar pesimismo y conformismo a la población adulta y  extraer del espíritu juvenil toda forma de relación o cercanía con el territorio y con los suyos hasta convertirlo en ente acéfalo.

A la patria se llega a través de la familia, con la promoción de valores como  solidaridad, honradez, decoro, honor, humildad, valor y respeto, todos los cuales conducen a honrar y defender los símbolos patrios y a enaltecer a los próceres nacionales.

Antes se promovía el internacionalismo, frente a un nacionalismo retrógrado que promovía dominación, discriminación y exclusión, por lo que erróneamente gran parte de la juventud se retrotrae al decenio de los 60 cuando la generación  “Baby boomers”, creyó que la paz y libertad se alcanzaban a través de las drogas o el libre sexo.

Marc Zuckerberg, el gurú del internet, ha creado una infinita prisión digital capaz de albergar a todos los jóvenes que procree la humanidad, llamado “Metaverso”, un mundo virtual, que pretende competir con el paraíso bíblico, lugar difuso e innominado donde los “prisioneros” carecen de identidad y sentimiento.

El Mes de la Patria debería convertirse en el inicio de la gran batalla por el rescate de la juventud, hoy aguijoneada  por las máquinas de la Era Digital, que al igual que en la saga “Matrix”, extraen del corazón y cerebro de nuestros jóvenes  sus valores  esenciales, como la lealtad filial, fervor por los símbolos patrios y orgullo por su gentilicio.

El Nacional

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