No me gustan ni los hombres ni las mujeres que privan en guapos. Cada vez que hay un conflicto tratan de figurar en la prensa con declaraciones grandilocuentes, pero cuando hay que enfrentar los verdaderos poderes son animales domésticos con el rabito entre las piernas.
¿Alguien me puede decir por que tienen los estudiantes haitianos en el país que pagar por las insolentes declaraciones de su Canciller? ¿Aceptaríamos nosotros que les hicieran lo mismo a nuestros estudiantes allende los mares y que les quiten el visado?.
¿Por qué tienen los haitianos regularizados que pagar porque su canciller dijo que aquí había delincuencia? ¿Nos gustaría a nosotros que a nuestros residentes en USA les revisaran el status porque nuestro canciller dijera que USA es uno de los países más violento del mundo contra las minorías raciales?
¿Nos estamos poniendo locos o locas?
¿Y que ganamos azuzando el fuego? Que un par de brutos le de una paliza a algún infeliz trabajador haitiano, o que una dama de la clase alta o media alta, sin nada que hacer demuestre su histeria ondeando una bandera del balcón y acabando con los haitianos.
Señores y señoras, tómense un Senoxil y pónganse a escuchar a María Callas y sus Ave Marías a ver si recuperarnos la calma, y déjense de demagogias que cuando hubo que combatir a Trujillo la mayoría de ustedes se quedaron callados, y cuando hubo que enfrentar a los norteamericanos en el 65 la mayoría se apertrechó en su casa.
¿De que nacionalismo de pacotilla hablan? ¿Tienen los haitianos, muertos de hambre y sed y enfermedad la capacidad de “invadirnos” y apoderarse de esta tierra? Y, ¿tienen los infelices obreros que construyen todos nuestros edificios la capacidad siquiera de protestar por un salario decente frente a la industria de la construcción, que los importa en masa?.
Ya nos vamos hartando de la saliva y la baba con que empañan las Cámaras de televisión los agresivos y valientes “nacionalistas” del patio.
Ya nos vamos hartando de que esos imbéciles nos proyecten internacionalmente como un país racista e intransigente, cuando tenemos a dos millones de infelices emigrantes dispersos en todo el mundo que además son negros y pobres, y con bajísimo nivel de educación.
La Biblia es clara: todos mis mandamientos se resumen en uno, ama a tu projimo y projima como a ti misma.
Los y las que somos entes pensantes tenemos que impedir el avispero que se gesta, y lo están gestando por la radio imbéciles metidos a locutores, pseudo periodistas, pseudo lideres religiosos, pseudo mujeres sin causa vital que defender.
Atacar a quien no se puede defender es la mayor forma de cobardía.
Paz y bien.