En los procesos de reforma se ha estudiado mucho cómo lograr el éxito de los mismos y se ha puesto de manifiesto que el involucramiento de los docentes es fundamental para garantizar las metas de tales procesos, sobre todo, cuando la reforma involucra los cambios en los contenidos educativos.
Veamos el caso de la llamada “revolución educativa” que impulsa el actual gobierno.
Se trata de una reforma amplia que incluye el cambio de la estructura académica del sistema educativo al pasar de una estructura de 3- 8-4 años de escolaridad a una de 3-6-6, siendo la nota principal pasar la escolaridad obligatoria de ocho años a una de seis.
La responsabilidad del Estado con la educación fundamental queda disminuida en dos años.
El segundo componente lo constituye la revisión del currículo y su adecuación a la estructura de entre 3-6 años de escolaridad.
Este currículo concebido bajo los principios de la educación por competencias y basado en los aportes de la neurociencia, supone un avance conceptual importante. No obstante, su implementación supone un amplio proceso de trabajo con los docentes como veremos más adelante.
El tercer componente es el más visible. Se trata de la implementación de la tanda extendida y ya se han construido miles de aulas en todo el territorio nacional para alojar a los alumnos de los diferentes niveles.
Se complementa este proceso con la incorporación del almuerzo escolar en los centros educativos. Cerca de un millón de alumnos se benefician de la tanda extendida.
Se espera que una mayor presencia de los alumnos en los centros educativos contribuya efectivamente a mejorar la calidad de la educación que reciben.
No obstante, hay que revisar con urgencia las actividades que en la práctica se están desarrollando en los centros educativos con el tiempo adicional disponible y concentrar este en la fundamental: enseñar bien el español y la matemática, garantizar que nuestros niños dominen adecuadamente la lengua materna y puedan expresarse con propiedad en la misma.
El otro componente es el referido a las acciones con el docente. La primera se refiere al concurso obligatorio de ingreso a un cargo docente que está establecido en el Estatuto de la Carrera Docente y que esta gestión ha aplicado con mucha seriedad, dando por resultado la puesta en evidencia de serias limitaciones de formación del cuerpo docente.
Además, se han establecido indicadores para medir el desempeño de los docentes y el desarrollo de los procesos de formación.
También, se ha diseñado todo un mecanismo de acompañamiento de los docentes que recién ingresen al sistema educativo para garantizar que desarrollen sus habilidades y puedan asumir a plenitud las responsabilidades del aula. Docentes tutores les acompañarán durante un año.
Es importante señalar que esos indicadores como los perfiles de la carrera docente definidos por el MINERD, son la base para el rediseño de la carrera de educación en las universidades, lo cual dará lugar a una nueva generación de docentes cuya formación estará más concentrada en el conocimiento de las disciplinas del currículo superando las limitaciones actuales de los docentes.
Asimismo, se ha mejorado sustancialmente el salario que reciben los docentes siendo hoy una de las profesiones mejor pagadas en la administración pública dominicana.
Es de observar que los aumentos recibidos por los docentes no han implicado compromiso alguno de estos con la calidad del sistema educativo. Hubiese sido mejor si los aumentos fuesen precedidos de una evaluación del desempeño y en base a los resultados distribuir los aumentos.
También, se han incrementado sustancialmente las acciones de formación continua a través del INAFOCAM para ayudar tanto en la implementación del cambio curricular mencionado antes como para superar limitaciones de formación de los docentes en ejercicio.
Sin embargo, estas acciones de formación son limitadas por la actitud de los docentes. Muchos no las asumen con la seriedad necesaria.
Al no ser obligatoria la formación, ellos no quieren participar en los cursos o lo hacen con dejadez.
La variable formación es la que más puede ayudar a superar las limitaciones que presenta el sistema educativo nacional. Los docentes son fundamentales para asumir e implementar los cambios curriculares y para ello requieren de capacitación permanente.
Es urgente que las autoridades del MINERD tomen medidas para garantizar que los docentes convocados a los procesos formativos asuman los mismos con responsabilidad.
La promoción en la carrera docente o los aumentos salariales deberían estar condicionados a la renovación constante del conocimiento que poseen los docentes, ya que este es el capital de trabajo fundamental de los mismos.
Se puede concluir que hay avances, cambios notables en la educación dominicana, pero hay que concentrar los esfuerzos en la formación de los docentes, mejorar sus prácticas educativas en el aula y dotar a los centros de los medios para implementar el nuevo currículo.