Opinión

Libros y lecturas

Libros y lecturas

Mateo, Bosch y René

Los múltiples nacimientos de Juan Bosch (Mateo Morrison, Edición al Cuidado de Odalís G. Pérez y Zaymis Mejía. Diagramación y diseño Eric Simó. Ilustraciones interiores de Miguel Núñez y fotos interiores de Memorias de una tertulia (Verónica Sención) y Archivos de UASD), con apoyo del Senado de la República y coordinación de Fundación Espacios Culturales). El poeta Mateo Morrison, Premio Nacional de Literatura 2010 , es el símbolo andante de la gestión cultural de mayor trayectoria en el país, entrega ahora al público esta colección de enfoques culturales entre los cuales se destaca cómo Juan Bosch fue un ser de muchos nacimientos, El primero fue su llegada física al mundo, el 30 de junio de 1909, en La Vega. El segundo lo fija en enero de 1938 en San Juan de Puerto Rico, cuando comienza a conocer la obra de Eugenio María de Hostos, de la que recibió posteriormente en Cuba el encargo de editarla, lo que Mateo ubica como otro nacimiento de Bosch.

El tercer nacimiento ocurre, a su juicio, cuando conoce el 30 de junio de 1943 a doña Carmen Quidiello, la mujer de su vida y de la que dijo “Con esa mujer me caso yo porque he vuelto a nacer”. Un cuarto nacimiento de Bosch lo fija entre 1929 y 1930 cuando viaja a Barcelona y otros y emprende recorrido por el resto de España, Venezuela, Trinidad Martinica y Curazao. Si a cronologías significativas vamos, hay un quinto nacimiento que al parecer olvida Mateo, es ese en que Bosch se retira hacia si mismo a finales de 1955, cuando se instala en Niebla, Valdivia, en una etapa de reflexión interior, y escribe Judas Iscariote y cuentos.

El material ofrecido por Mateo Morrison es un rico recorrido documental por la vida de Bosch, por sus obras, sus complicidades, su política cultural establecida constitucionalmente.

Un libro que permite un abordaje de una vida y una obra que supera sus propios múltiples nacimientos.

Memorias de un anfibio (Novela, René Peguero Rodríguez, Editorial Santuario). El manejo literario del lenguaje de calle o popular ha tenido muchas acepciones en el oficio escritural. En este caso, René Peguero Rodríguez, arquitecto, escritor y empresario vinculado a la industria editorial por medio de la librería Melo, sorprende al lector con una narración que podría no ser del agrado de quienes ven el lenguaje como expresión pura y aséptica, pero que en cambio, por el uso de vocablos populares, de expresiones verbales en las cuales el lineal que define las “malas palabras” de las de uso bondadoso y ordinario, se transgrede exprofeso en función de la obra, lo que produce una inclinación de públicos populares y que tiene escasa actitud por leer literatura formal.

Peguero Rodríguez sabe escribir y se destaca por el uso inteligente de la argamasa lectoral, acercando la gente común a la novela como género.