La Liga de Béisbol Profesional Dominicana (LIDOM) ha concluido con éxito, uno de los torneos más emocionantes y competitivos de su historia, un logro que enorgullece tanto a la liga como a todos los involucrados en su organización.
Este campeonato fue una verdadera muestra de calidad y competitividad, con una serie regular en la que hasta el último partido, no se definieron las posiciones finales de los equipos.
La intensidad continuó en el Round Robin, y la Serie Final alcanzó su clímax con un desenlace en el máximo de siete juegos, reflejando la entrega y competitividad de los equipos participantes.
Es justo reconocer a las seis prestigiosas organizaciones que protagonizaron este espectáculo, brindando a millones de fanáticos un evento de alto nivel. Su entrega en el terreno de juego consolidó a LIDOM como una de las ligas invernales más emocionantes del béisbol mundial.
Los directivos de LIDOM, encabezados por su presidente, doctor Vitelio Mejía y todo el equipo organizador, deben sentirse satisfechos por haber gestionado un torneo sin precedentes, destacándose por su innovación y alcance.
Un ejemplo de esto fue la exitosa segunda edición de la Serie de Titanes, que llevó el espectáculo a Nueva York y Puerto Rico, permitiendo que la diáspora dominicana disfrutara en vivo la pasión del béisbol invernal. La comunidad dominicana en el extranjero respondió con un apoyo masivo, abarrotando los estadios y demostrando que el béisbol es más que un deporte: es un vínculo
inquebrantable con su patria.
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El respaldo del público fue extraordinario. Millones de aficionados siguieron cada juego a través de las distintas cadenas de transmisión,
incluyendo plataformas digitales que ampliaron el alcance del torneo a nivel global. Aunque las cifras exactas aún no han sido publicadas, se puede afirmar que la asistencia a los estadios rompió récords, demostrando el crecimiento y la estabilidad de la liga.
Otro aspecto que elevó el interés internacional fue la presencia de figuras legendarias como Albert Pujols y el boricua Yadier Molina en roles de dirigentes con Escogido y Águilas, respectivamente. Su participación no solo atrajo a la prensa deportiva internacional, sino que también, sirvió de inspiración para futuras generaciones de peloteros.
Además, LIDOM reafirmó su compromiso con la excelencia al organizar premiaciones que reconocieron el esfuerzo de jugadores y árbitros, fortaleciendo así el prestigio de la liga y el compromiso con el talento local.
Este torneo dejó claro que el béisbol dominicano trasciende fronteras.
Los dominicanos en el exterior juegan un papel fundamental en el crecimiento de la liga, no solo con su presencia en los juegos fuera del país, sino también con su seguimiento constante a través de la televisión, radio e Internet.
Su pasión y apoyo inquebrantables son una prueba de que LIDOM es un patrimonio deportivo de todos los dominicanos, sin importar dónde se encuentren.
Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com