Desde hace 35 años no llovía tanto en un mes de noviembre en toda la región del Cibao, según testimonios de personas de avanzada edad, confirmados por técnicos de meteorología. Los aguaceros fueron incesantes durante tres semanas, dejando una estela de 20 personas muertas y daños a infraestructuras vial, viviendas y la agricultura, estimados por el Gobierno en 20 mil millones de pesos.
En 1981, por ejemplo, las lluvias en Luperón, Puerto Plata, fueron 159 milímetros, una tendencia que se mantuvo hasta el año 2010, pero en noviembre último se registraron 875 milímetros.
Según estadísticas de la Oficina Nacional de Meteorología, en el área del aeropuerto de Puerto Plata donde lo normal es 223 milímetros de lluvias a final de año, pero ahora las precipitaciones fueron de 837 milímetros.
Mientras que en Azua, una ciudad donde en los últimos 19 años los valores normales acumulados de lluvias fueron 49 milímetros, el mes pasado fueron 146, tres veces más.
Lo propio ocurrió en Dajabón de 91 milímetros de lluvias en noviembre durante 20 años, el mes pasado fueron los valores acumulados de 184.
Mientras que Hermanas Mirabal de 165 milímetros pasó 506 en noviembre, casi cuatro veces mayor.
Estos valores acumulados de lluvias, según Meteorología, se mantuvieron sin variación entre 1981 y 2010.
En Sánchez de 190 milímetros de lluvias pasó a 565 y en Samaná de 262, en noviembre de este año cayeron 626. Mientras que en Sabana de la Mar de 285 milímetros que caían en noviembre, este año fueron de 768.
Las devastaciones de los aguaceros fueron catastróficas con más de 100 puentes destruidos, miles de viviendas derribadas, arrasadas por ríos y cañadas, y los destrozos de sembradíos agrícolas.
El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, quien ha coordinado los trabajos de asistencia y reconstrucción de los daños, valora las pérdidas en más de 20 mil millones pesos, sólo en infraestructuras viales y casas.
Las pérdidas de vidas no han faltados a pesar de las medidas preventivas adoptadas por los organismos de socorro y el Ministerio de Defensa.
“Tenemos problemas en más de cien puentes en todas las provincias afectadas y los daños se calculan entre los 400 a 500 millones de dólares, unos 20 mil millones de pesos, tomando en cuenta la infraestructura vial, viviendas y agricultura”, dijo Castillo.
Explicó que Obras Públicas utilizó de 350 a 400 equipos y cerca de 6 mil hombres trabajando en las provincias afectadas y que su función principal fue reparar las vías de comunicación para que las ayudas pudieran llegar de los Comedores Económicos y del Plan Social,
Los muertos
Al menos 17 personas, 12 de ellos niños murieron ahogados en ríos o arrastrados por la crecida de arroyos y cañadas. Otros fueron víctimas del desplome de viviendas causada por la caída de un árbol.
Entre las víctimas están los hermanos Carlos Manuel y Katherine Martínez, de 16 y 17 años, quienes junto al joven Leudy Ramón Santana, de 27 años, fallecieron al caerle encima un árbol de javilla a su vivienda, en el municipio Salcedo.
En la provincia Hermanas Mirabal también murieron ahogados los hermanos José Miguel y José Luis Santos, de 13 y 11 años, que fueron arrastrados por las crecidas del río Jaya. También Johanny Mena, de 5 años, rescatada del río Ámina, quien luego falleció en el hospital infantil Arturo Grullón, de Santiago.
Otros muertos son Ángel David Rijo, de 12 años, arrastrado por el río Soco, en San Pedro de Macorís; Biannel Rafael, de 8 años; Yeimy Hiciano, de 5; Luis David Grullón, de 7; y un joven haitiano no identificado, encontrado en La Poza, en Jarabacoa.
En tanto en Villa Isabela, Puerto Plata, el río Gran Diablo penetró en la comunidad La Jaiba, matando cinco personas.
Las víctimas fueron identificadas como Ney de Aza Santos, de 31 años; Reynaldo de Aza, de 40 años e Isaura de Aza, de 13 años, quienes se encontraban en su vivienda al momento de que el citado afluente se desbordó.
También fallecieron Pedro Antonio Batista Núñez, de 64 años, y Delvi Núñez, de 30, quienes fueron arrastrados cuando intentaron cruzar en una motocicleta una cañada crecida en la comunidad El Pinto, en El Mamey.
La emergencia
Las devastaciones que ocasionaron las lluvias en el Cibao provocaron que el gobierno declarara la emergencia en al menos 15 provincias del norte y este del país.
La situación fue tal que provocó una práctica que sólo era común en la ribera del río Ozama, donde se utilizan frecuentemente las yolas para trasladar a las personas de un lado a otro.
Por más de dos semanas las yolas fueron el medio para hacer llegar alimentos cocidos y crudos a cientos de familias aisladas por las inundaciones en el Bajo Yuna y zonas aledañas
Meteorología
El patrón climatológico tradicional de la República Dominicana ha cambiado de manera significativa, según narra la directora de Oficina Nacional de Meteorología, Gloria Ceballos, al referirse a las variaciones de los períodos de sequía y de lluvia que se registra.
Para la funcionaria el fenómeno es consecuencia del cambio climático producido por los gases de efecto invernadero que han alterado la atmósfera del planeta.
Esas alteraciones del clima obligan a que se varíen los ciclos de siembra de los productores agropecuarios y que por tanto las autoridades desarrollen amplios programas de educación y acompañamiento a este segmento de la población.
El cambio climático afecta la agricultura, ya que han cambiado los patrones naturales del clima, las épocas de sequía y de lluvia se han trasladado a otros tiempos, trastornando los períodos de cultivo.
La experta en clima sostuvo que una muestra de que el clima ha cambiado es que de los 31 días del mes de mayo en el pasado por lo menos en 20 se tenían lluvias. Sin embargo, este año las lluvias empezaron a registrarse el día 15 del mes de noviembre.
Osiris de León
El geólogo Osiris de León dice que siempre que se tenga el fenómeno El Niño actuando con gran intensidad en el océano Pacífico, el océano Atlántico se queda carente de vapor de agua, pero que una vez aminorada la actividad, la mayor cantidad de vapor se concentra en el Océano Atlántico provocando esto lluvias intensas.
El Niño es un fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico, que consiste en realidad en la fase cálida del patrón climático del Pacífico ecuatorial denominado El Niño.
Este fenómeno, en sus manifestaciones más intensas, provoca estragos en la zona intertropical y ecuatorial debido a las intensas
La Nasa
Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (Nasa) analizó estas fuertes lluvias utilizando datos de satélites y los datos indican que los totales de lluvia que cayeron sobre el noreste del territorio dominicano fueron superiores a 230 mm de agua (sobre 9 pulgadas).
UN APUNTE
Cambio climático
El cambio climático es la causa fundamental atribruida por los expertos a la variación radical en los períodos de lluvias en la República Dominicana. La situación disparó las alarmas no solo en los organismos de socorro en el país, sino que hasta la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa). Esa agencia especial se interesó en la frecuencia de los aguaceros.
Los fenómenos del niño y la niña son las manifestaciones de estos cambios en el clima