Recorriendo el país en el 1994 con Juan Bosch, donde Danilo Medina era el jefe de campaña, tras cada discurso del líder peledeista teníamos que ir a poner la nota de prensa que enviábamos por fax a cada uno de los periódicos de circulación nacional. Todavía no utilizábamos el correo electrónico.
En ese proceso nos dimos cuenta de lo equivocada que había estado la izquierda y las fuerzas liberales que atacaban constantemente a la antigua Codetel, ahora Claro, como una “multinacional explotadora”.
A cada municipio que íbamos con Bosch, así como había un parque y una iglesia, también existía una oficina de Codetel, donde por una suma irrisoria poníamos el fax con la nota de prensa.
Igualmente observamos que había una gallera, donde se juntaban los llamados hombres de palabra a echar sus gallos. Un “pata por el suelo” sorprendía a cualquiera, ya que llevaba un saco de “cuartos” para jugarlos.
Entonces comprendí por qué el doctor Balaguer tenía como símbolo del Partido Reformista a un gallo, además colorao. Las galleras eran una tradición y los galleros una multitud, que votaban como los demás.
Una de las fotos más folclóricas de Balaguer es su presencia en una gallera, donde aparece con el pionero de la publicidad en República Dominicana, Adriano Rodríguez, quien era un gallero empedernido.
De ahí que no es extraño que el doctor Balaguer conociera el lenguaje gallístico. Cuando en medio del proceso electoral de 1996, uno de sus hijos fue a preguntarle al líder reformista ¿por qué no apoyaba a Jacinto Peynado? El entonces Presidente le contestó: “Encontré mi gallo en otra traba.”
se trataba del apoyo que le había dado al candidato del PLD. Hay que recordar que eso fue en una segunda vuelta, por lo que Leonel Fernández no apareció en la boleta del PRSC.
Es en las elecciones del 2012 cuando por primera vez el PRSC lleva a candidato del PLD, a Danilo Medina, en su boleta, hecho histórico que también ocurre en la actualidad con el PRD.
Lo que provocó el aumento de las votaciones del reformismo en esas elecciones, cosa que hoy no entiende Quique Antún, gallero de verdad.
